Mientras el oficialismo apuesta a dilatar los tiempos para que no se llegue a tratar en el período ordinario (que termina el 30 de noviembre), la oposición prepara en Diputados un dictamen «light» de modificación de la ley de DNU para despachar el próximo miércoles y pedir una sesión especial para aprobar un texto que le ponga límites a los «decretazos» de Javier Milei. Quieren que quede aprobado o rechazado con el mismo criterio que una ley.
El Presidente ya adelantó que si los cambios logran aprobarse «obviamente» va a vetar la ley y acusó a los legisladores de estar «queriendo hacer un golpe de Estado” y querer «cambiar las reglas a mitad de camino».
Este miércoles el procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, expuso en el plenario de comisiones que debate el tema pero no fue tan lejos. De hecho no hizo consideraciones políticas. Solo defendió la ley actual, dictada durante el gobierno de Cristina Kirchner en 2006.
«La intención del constituyente es que por razón de seguridad jurídica la vigencia estuviera asegurada salvo que hubiera un cuestionamiento en el plazo que se estipula (de 30 días)», aseguró y agregó: «Después el Congreso puede dictar una norma que derogue o modifique el DNU en cualquier momento».
Según él, someter al DNU a una aprobación expresa del Congreso iría contra la misma finalidad del instituto y sería inconstitucional porque violaría la competencia presidencial.
El emplazamiento que los legisladores votaron en la última sesión los obliga a dictaminar la semana que viene: el 30 de octubre. No es fácil porque hay 15 proyectos diferentes con estado parlamentario, por eso en la oposición acordaron buscar una reforma leve, que solo modifique uno o dos puntos esenciales y dejar para más adelante el resto. «El objetivo es buscar la reforma posible, no la ideal», afirmó a Clarín uno de los legisladores que coordina la movida.
En ese sentido, hay un acuerdo avanzado -de todos los bloques menos LLA y el PRO- sobre dos puntos clave: la bicameralidad y los plazos de vigencia de los decretos.
El cordobés de Encuentro Federal, Oscar Agost Carreño, recopiló puntos principales y basan la modificación en darle a los decretos el mismo tratamiento que a las leyes: que quede firme si lo aprueban las dos cámaras y que sea nulo si es rechazado por una de las cámaras.
Solo la radical Carla Carrizo estaría en contra de ese punto. Ella considera que tiene que ser rechazado por ambas cámaras para caer. Así el oficialismo queda resguardado que si una mayoría circunstancial se instala en alguna de las cámaras no va a voltear cada decreto del Ejecutivo.
Actualmente la ley de DNU -aprobada por el kirchnerismo- fija exactamente lo contrario: que mientras el Parlamento no los rechace, los decretos firmados por el Presidente tienen el peso de una ley. Para que queden sin efecto, además, establece que tiene que ser rechazado por ambas Cámaras.
Mientras tanto, la norma vigente no fija plazos. Solo indica los días que tiene el Ejecutivo para enviar el texto al Congreso y que la Bicameral tiene 10 días para tratarlo. A partir de ahí las cámaras pueden tratarlo cuando quieran y si no lo rechazan sigue vigente.
La oposición está negociando dar vuelta la ecuación: fijar 120 días de plazo y si en ese tiempo el Congreso no lo trató el DNU pierde efecto. En ese punto no coincide Juan Manuel López de la Coalición Cívica.
Unión por la Patria, por su parte, presionaba para incluir algún tipo de redacción para que pueda ser incluido el DNU 70 -el primero de Milei que tiene más de 300 artículos- pero no hay acuerdo para eso.
El oficialismo apuesta a que se dilate y el PRO no apoyará
El emplazamiento que hizo la oposición fijo horario de reuniones a las 17. Pero para el miércoles que viene, que tienen que dictaminar, quedaron decenas de oradores anotados todavía.
Juan López le pidió al presidente de Asuntos Constitucionales, Nicolás Mayoraz, adelantar el horario pero entre risas él se negó alegando que no puede modificar la convocatoria. «Bueno en todo caso se firmará dictamen mientras están exponiendo los oradores», se despachó López.
La Libertad Avanza quería dar más tiempo de debate, pero la oposición se negó. Quieren dictaminar el miércoles que viene para llegar con los plazos antes que se termine el periodo ordinario.