Atrás quedó la sufrida victoria ante Olympique Lyon que clasificó al Manchester United del argentino Alejandro Garnacho para las semifinales de la UEFA Europa League en el tiempo suplementario. El equipo de Rubén Amorim cambió la imagen, esa deslucida que lo ubica en el 14° puesto de la Premier League, muy lejos de lo que marca su historia. Y logró una muy importante victoria en San Mamés: goleó 3-0 al Athletic Club de Bilbao y dio un paso grande hacia la final del certamen continental.
El resultado abultado podría marcar un dominio abrumador de los Diablos Rojos. Sin embargo, nada de eso pasó. Fue un encuentro parejo hasta que el conjunto inglés noqueó la mandíbula de cristal del elenco vasco en una ráfaga de 15 minutos en el primer tiempo.
Harry Maguire, más conocido por sus torpezas que por un buen manejo de la pelota, dibujó una jugada impropia de un marcador central. Quedó en posición ofensiva después de un tiro libre en ataque, recibió la pelota en la derecha, llegó hasta el fondo y enganchó dos veces ante su marcador, Mikel Jauregizar, para tirar un centro al punto penal. Y como dos cabezazos en el área son gol, Manuel Ugarte dio el siguiente toque y Casemiro la empujó para gritar el 1-0 a los 30 minutos de juego.
Luego, apenas siete minutos más tarde, intervino el VAR para advertir al árbitro noruego Espen Eskas que había un posible penal de Daniel Vivian contra Rasmus Hojlund. Eskas lo cobró y expulsó a Vivian, contrariado con la decisión. Y Bruno Fernandes, un especialista, no falló. El Athletic protestó también una mano de Garnacho en el inicio de la jugada, cuando rozó la mano que estaba apoyada en el césped.
El descalabro del Bilbao lo aprovechó el portugués Fernandes, quien se escapó mano a mano contra el arquero tras una asistencia de taco de Ugarte para marcar su doblete y sellar el 3-0.
Previamente, en el comienzo del partido, le anularon por fuera de juego un gol a Alejandro Garnacho, mientras que ya en el complemento continuó la superioridad del equipo inglés, aunque el resultado ya no se iba a mover. De esta manera, el United viaja a Manchester con la final entre las manos. El Bilbao, en tanto, ya sueña con una remontada histórica en Old Trafford.