Frente al premier israelí Benjamín Netanyahu, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que “nadie” quiere vivir en la Franja de Gaza y reiteró que sería “algo bueno” que fuerzas estadounidenses asumieran el control del enclave palestino.
Durante una reunión en la Casa Blanca con Netanyahu, el republicano insistió en que ve el enclave palestino como “un terreno inmobiliario increíblemente importante”.
“Creo que es algo en lo que nos involucraríamos. Tener una fuerza de paz como la estadounidense controlando y apropiándose de la Franja de Gaza sería algo positivo”, expresó el mandatario, quien ha sido acusado de buscar una “limpieza étnica” del enclave con su plan. Trump definió la Franja como “un lugar fantástico donde nadie quiere vivir” porque se ha convertido en “una peligrosa trampa mortal”.
El republicano abogó por “trasladar a los palestinos a diferentes países” y crear una “zona libre” donde la población no esté en riesgo. “Israel nunca debió haber cedido Gaza, no sé por qué lo hicieron”, dice Trump refiriéndose a la retirada de Israel de la Franja en 2005.
Según Netanyahu, el plan propuesto por Trump otorgaría a los palestinos “libertad para decidir” si quieren salir de la Franja, donde ahora están “retenidos” y no se les deja abandonar el territorio.
El primer ministro puso el ejemplo de otras zonas de conflicto como Ucrania y Siria donde, dijo, se dejaba a la gente huir de las zonas de combate. Netanyahu también afirmó que está trabajando con Trump en la búsqueda de un nuevo acuerdo de liberación de rehenes y la Franja de Gaza que espera que “tenga éxito”. Según el primer ministro, este acuerdo permitiría “liberar a todos los rehenes, pero también eliminar la perversa influencia de Hamas en Gaza”.
“Estamos trabajando ahora en otro acuerdo que esperamos que tenga éxito, y estamos comprometidos a sacar a todos los rehenes”, dijo el primer ministro.
Israel ha recrudecido los ataques sobre el enclave palestino, donde han muerto casi 1.500 palestinos desde que el pasado 18 de marzo rompió el alto el fuego vigente desde enero. Además, cerca de 400.000 han sufrido desplazamiento en ese periodo, de acuerdo con Naciones Unidas.
Además, Netanyahu, prometió a Trump que eliminará los aranceles y el superávit comercial con Estados Unidos, en una reunión en la Casa Blanca.
Netanyahu es el primer líder extranjero recibido por Trump desde el anuncio de nuevas tarifas aduaneras que provocaron una onda expansiva en los mercados financieros mundiales.
“Eliminaremos el déficit comercial con Estados Unidos (…). Creemos que es lo correcto”, declaró Netanyahu a periodistas en el despacho oval.
El primer ministro israelí afirmó que su país “puede servir de modelo para muchos países que deberían hacer lo mismo” con respecto a eliminar sus barreras comerciales para los productos de Estados Unidos, cuya postura compartió.
“No hablamos de intenciones. No hablamos solo de palabras. Hablamos de resultados”, dijo.
Trump anunció un arancel universal del 10% para todas las importaciones, además de gravámenes suplementarios para una gran mayoría de sus socios comerciales, entre ellos Israel, que entrarán en vigor el 9 de abril. Y ayer dijo que no considera suspender su aplicación para permitir negociaciones. “No estamos considerando eso. Muchos países vienen a negociar acuerdos con nosotros, y serán justos”, declaró.