la baja de la inflación, una noticia que festeja Kamala Harris en la carrera por la Casa Blanca con Donald Trump

La inflación anual en Estados Unidos alcanzó en julio su nivel más bajo en tres años, una cifra que prepara el camino para que la Reserva Federal recorte en septiembre la tasa de interés, una noticia en plena campaña electoral que festeja la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris.

El Departamento del Trabajo informó este miércoles que los precios al consumidor aumentaron apenas un 0,2% de junio a julio. En comparación con el año pasado, los precios aumentaron 2,9%, una caída con respecto al 3% de junio.

Es la cifra de inflación anual más baja desde marzo de 2021, cuando los precios comenzaron a dispararse de la mano de la pandemia, el aumento del combustible y la ruptura de la cadena de suministros, un ascenso que llevó a un pico de 9,5 en agosto de 2022.

Para bajar los precios, la Reserva Federal comenzó a subir entonces los tipos de interés de forma sostenida y los llevó en julio de 2023 a su nivel más alto en dos décadas. Los funcionarios de la Fed pasaron todo el año debatiendo en cuándo empezar a bajar la tasa.

Un posible recorte en junio descarriló en abril después de que la inflación aumentara, pero ahora todo indicaría que una baja de los tipos de interés está en camino, no solo por la cifra divulgada este miércoles sino también por las señales de que el mercado laboral podría debilitarse en los próximos meses. La tasa de desempleo subió al 4,3% en julio desde el 3,7% de principios de año, lo que refleja una contratación tibia a pesar de que los despidos se han mantenido bajos por ahora.

Así, el debate en la reunión de septiembre de la Fed –coinciden los expertos– ya no se centraría en recortar o no las tasas, sino en qué medida: un cuarto o medio punto.

Los datos de inflación del miércoles se acercan al 2% ideal que quiere la Fed y abren el camino a una baja, pero no resuelven totalmente ese debate, que también será moldeado por los próximos indicadores de las condiciones del mercado laboral, en un informe que se publicará el 6 de septiembre.

Más allá de los números, se estima que la caída en los precios tendrá impacto en la campaña para los comicios presidenciales del 5 de noviembre, ya que el expresidente y candidato republicano Donald Trump viene haciendo énfasis en la inflación como un fracaso clave del gobierno del presidente Joe Biden y su vice Harris.

De hecho, la economía y la inflación era uno de los puntos más flojos de los demócratas y uno de los más fuertes de Trump. Pero esta tendencia se está revirtiendo en las encuestas. Un sondeo del Financial Times/Michigan Ross reveló el martes que el 42% cree que Harris está más capacitada para manejar la economía, mientras que el 41% avaló a Trump. El mes pasado, con Biden en carrera, el 41% dijo que confiaba más en Trump, mientras que el 35% confiaba en el presidente.

Sin embargo, la encuesta presentó datos contradictorios. Cuando se les preguntó a los estadounidenses cómo creían que las políticas económicas de Trump o Harris los afectarían financieramente si alguno de ellos ganaba, el 42% dijo que las políticas de Trump los dejarían en una mejor situación financiera, mientras que solo el 33% dijo que las políticas de Harris lo harían.

Los mayores problemas económicos del mes pasado fueron los «aumentos de precios», según los encuestados, seguidos por el «nivel de ingresos» y el «alquiler». Harris reconoció el problema de los precios y la inflación en una conferencia de prensa reciente: «Los precios han subido, y las familias y las personas están lidiando con la realidad de que el pan cuesta más, la gasolina cuesta más, y tenemos que entender lo que eso significa: se trata de que el costo de vida suba, que se trata de tener que estresarse» para llegar a fin de mes. Y dijo que pronto revelaría nuevas propuestas para “reducir los costos y fortalecer la economía en general”.

Trump en tanto, busca centrar su mensaje en una pregunta: “¿Está usted mejor que cuando yo era presidente?” Y señala: “Nuestra economía está rota, nuestras fronteras están borradas, somos una nación en decadencia”. Como resultado del último informe de inflación, el republicano se centró en la economía en un acto este miércoles en Carolina del Norte.

El gobierno dijo que casi toda la inflación de julio reflejó precios más altos en los alquileres y otros costos de vivienda. Los precios de los comestibles aumentaron solo 0,1% y son apenas 1,1% más altos que un año antes, un ritmo de crecimiento mucho más lento que en años anteriores. Sin embargo, muchos estadounidenses aún tienen dificultades con los precios de los alimentos, que se mantienen hasta un 21% por arriba de donde estaban hace tres años, aunque los salarios promedio han subido marcadamente desde entonces.

Algunos precios de alimentos, incluidos los de la carne, pescado y huevos, siguen aumentando más rápido que antes de la pandemia. No obstante, los precios de los lácteos, frutas y vegetales se redujeron en julio.