El vicepresidente norteamericano JD Vance y su esposa Usha llegaron el viernes a la tarde Groenlandia, el territorio en el circulo Ártico, que Donald Trump quiere convertir en otro estado norteamericano. Una visita controvertida y no querida por Dinamarca, que controla la isla más grande del planeta hace 600 años.
Vance lidera una delegación estadounidense que incluye al asesor de seguridad nacional Michael Waltz, al secretario de Energía Chris Wright y el senador Mike Lee, republicano de Utah.
Llegaron para visitar la Base Espacial Pituffik, ubicada en la costa noroeste de Groenlandia,y debieron achicar su programa. Los Vance aterrizaron en la ex Thule base, que ha sido rebautizada como Pitufik Space Base. Durante la guerra fria fue utilizada como centro de escucha y recarga de aviones de inteligencia, con su larga pista helada.
El viaje se ha reducido respecto a los planes originales de recorrer la isla más extensamente, tras una disputa con los gobiernos de Groenlandia y Dinamarca por la falta de invitación.
La delegación visitará sitios históricos, aprenderá sobre el patrimonio groenlandés y asistirá a la Avannaata Qimussersu, la carrera nacional de trineos tirados por perros de Groenlandia.
El primer vice de EE.UU. en visitar Groenlandia
Así Vance se convirtió en el primer vicepresidente norteamericano en visitar la isla de Groenlandia, que acaba de anunciar el primer gobierno de coalición de su historia, que asumirá este sábado. Usha y JD Vance se sentaron con tropas estadounidenses dentro de una base militar.
«El presidente está realmente interesado en la seguridad del Ártico. Como todos saben, es un gran problema, y solo se agravará en las próximas décadas», dijo Vance.»Así que gracias por hacer lo que hacen», continúó, reconociendo el «sacrificio» de los reunidos, quienes pasan al menos un año lejos de sus familias.
Vance está en la base para hablar sobre el «interés de EE.UU. en Groenlandia». Continuó diciendo que discutirá con oficiales militares «qué hace exactamente la base y todas las maneras importantes en que contribuye a la seguridad nacional».
La amenaza de anexión de Trump
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado repetidamente con tomar el control del territorio semiautónomo danés.

Tanto los gobiernos de Groenlandia como de Dinamarca han rechazado las peticiones. Una encuesta de opinión de enero sugiere que la gran mayoría de los groenlandeses también se oponen a la idea.
Los objetivos de Trump de tomar el control de Groenlandia coinciden con sus reiteradas afirmaciones de que Canadá debería convertirse en el estado número 51 de EE.UU. y con la orden que ha dado al ejército estadounidense de analizar opciones para lograr su objetivo de «recuperar» el Canal de Panamá.
Trump quiere Groenlandia por motivos de seguridad nacional.
Groenlandia , con una población de 57.000 habitantes, ha formado parte de Dinamarca durante 600 años. También es miembro fundador de la OTAN y alberga una gran base militar estadounidense.
Ubicada en el Círculo Polar Ártico, entre Estados Unidos, Rusia y Europa, la isla ofrece una ventaja geopolítica única, que Estados Unidos ha deseado durante más de 150 años.

Su valor es aún mayor a medida que el Ártico se abre más al transporte marítimo y al comercio. La idea de comprar Groenlandia no es nueva para Trump, quien la planteó como una posibilidad durante su primer mandato. Sin embargo, desde entonces ha reiterado los beneficios que podría tener para la seguridad nacional de Estados Unidos.
«Necesitamos mayores objetivos de seguridad nacional», ha dicho Trump en el pasado. “Me lo han dicho durante mucho tiempo, mucho antes incluso de presentarme como candidato presidencial” dijo.
La excusa de los trineos
Usha Vance, esposa del vicepresidente J.D. Vance, iba a encabezar la delegación estadounidense a la isla, que, según la Casa Blanca, se organizó como una oportunidad para aprender sobre Groenlandia.Usha iba a asistir a una tradicional carera de trineos y huskies .Iba a llegar el miércoles. Pero decidió reducir su visita a un día y llegar junto a su marido, el provocador vicepresidente americano, que tiene otras intenciones.

El partido Demokraatit obtuvo el 30% de los votos en las elecciones, lo que le dio la victoria a Jens-Frederik Nielsen. Asumirá mañana. Si bien su partido está a favor de la independencia, prefiere una separación gradual de Dinamarca.
Nielsen declaró a Dominic Waghorn, editor de asuntos internacionales de Sky News, que espera que su victoria transmita un mensaje claro a Trump: «No estamos en venta».
«No queremos ser estadounidenses. No, no queremos ser daneses. Queremos ser groenlandeses. Y queremos nuestra propia independencia en el futuro. Y queremos construir nuestro propio país por nosotros mismos, no con su esperanza», afirmó.
Antes de la visita de la delegación encabezada por Vance, los cinco partidos del parlamento de Groenlandia emitieron una declaración conjunta la semana pasada rechazando las declaraciones de Trump.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, también ha declarado que no cree que Estados Unidos utilice el poder militar o económico para asegurar el control de Groenlandia. «Groenlandia no está en venta», declaró la primera ministra danesa Frederiksen. Añadió: «Debemos mantener la calma y ser fieles a nuestros principios».
Refiriéndose a Estados Unidos como el «aliado más importante y cercano» de Dinamarca, Frederiksen acogió con satisfacción el mayor interés de Estados Unidos en la región ártica. Pero afirmó que este debería hacerse de forma «respetuosa con el pueblo groenlandés».
Dinamarca ha reconocido el derecho de Groenlandia a la independencia en el momento que elija.
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, también intervino al respecto a principios de este año, afirmando que la Unión Europea no permitiría que «otras naciones del mundo ataquen sus fronteras soberanas, sean quienes sean».
En Alemania, el canciller Olaf Scholz afirmó que el principio de inviolabilidad de las fronteras se aplica a todos los países, sin importar su poder. «Las fronteras no deben ser desplazadas por la fuerza», declaró Scholz en respuesta a las declaraciones de Trump, aunque no mencionó al presidente por su nombre.
Rica minerales
Además de su ubicación, Groenlandia alberga ricos yacimientos de diversos recursos naturales. En el interior de la isla se encuentran valiosos minerales de tierras raras necesarios para las telecomunicaciones. A ellos se suma uranio, miles de millones de barriles de petróleo sin explotar y un vasto suministro de gas natural que solía ser inaccesible, pero que cada vez lo es menos. Muchos de estos mismos minerales son actualmente suministrados principalmente por China.
Más que petróleo, gas o minerales, Groenlandia posee una gran cantidad de hielo y ofrece un lugar privilegiado para la crisis climática mundial. Si ese hielo se derrite, remodelaría las costas de todo el mundo y tiene el potencial de cambiar drásticamente los patrones climáticos.
El político británico y experto en seguridad Mike Martin explicó en X que los mares entre Groenlandia y el Reino Unido, que tiene a Islandia en el medio, son «totalmente vitales» para la OTAN.