Hugo Soliveres, presidente del Centro Valenciano, fue el encargado de darle la bienvenida a todos los asistentes a este nueva edición de las Fallas evocando y agradeciendo en su discurso a su padre Salvador Soliveres por haberle transmitido las costumbres y el fuerte sentimiento valenciano.

Acto seguido se produjo la renovación de la fallera mayor, momento en el que Eugenia Giner le cedió tan prestigiosa posición a Guadalupe Moya, siendo uno de los instantes con más emoción de la noche.

Mientras la felicidad se seguía apoderando del lugar, empezaron los números artísticos con la presentación de la academia de danza españolas del Centro Valenciano. El siguiente turno fue para los chicos de Donaires. Los hermanos Melisa, Leo y Pablo Quiroga Cisella desplegaron buena parte de su repertorio encontrando como respuesta el caluroso aplauso del público.

Luego llegaría el momento de Aire Flamenco con Marisa Gil como gran protagonista, muy bien acompañada por el carismático Juanse Arano. Su paseo por distintos ritmos españoles, maridado exquisitamente por las llamativas coreografías de un excelente ballet, desató más de una ovación y algunos bises.

Doble A y Baile Canela y Fuego sumaron su impronta a la grilla de artistas locales, mientras que el cierre estuvo a cargo de La Clave Trío, que llegaron desde Córdoba con su propuesta folklórica de altísimo nivel.