En un sorprendente giro judicial, Iya Patarkatsishvili, hija del magnate georgiano Badri Patarkatsishvili, y su pareja, Yevhen Hunyak, ganaron una demanda contra el anterior propietario de la mansión que adquirieron en 2019 por £32,5 millones (aproximadamente US$41 millones) en el barrio londinense de Notting Hill. La propiedad, conocida como Horbury Villa, famosa por su estilo victoriano y sus lujosos servicios como pileta, spa, gimnasio y sala de cine, estaba repleta de polillas, lo que llevó a la pareja a solicitar la devolución del inmueble.
El Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales falló a favor de la pareja, permitiéndoles devolver la mansión y recuperar su inversión, además de exigir al vendedor una compensación por las molestias causadas. La pareja describió su experiencia en la mansión como una “batalla constante”, destacando que los insectos se metían hasta en sus cepillos de dientes y toallas. Aseguran que las polillas estaban ocultas en los huecos de las paredes y techos, lo que dificultó el control de la plaga.
El juez Timothy Fancourt desestimó las explicaciones del vendedor, quien había afirmado que contrató servicios de fumigación en su residencia, pero este intento resultó insuficiente para resolver el problema. A pesar de que no se encontraron signos evidentes de los insectos antes de la compra, el tribunal determinó que el vendedor no cumplió con su responsabilidad de mantener la propiedad libre de plagas.
El caso podría ser apelado, pero mientras tanto, el juez ha indicado que, una vez subsanados los inconvenientes, la mansión podrá ser vendida nuevamente, aunque podría llevar más tiempo del esperado. La pareja también podrá recibir un reembolso equitativo, aunque el monto exacto de la compensación aún está por determinarse.
Este incidente resalta un aspecto poco común en el mundo de las propiedades de lujo, donde las expectativas sobre la calidad de los inmuebles suelen estar por encima de cualquier detalle, y pone de relieve la importancia de las inspecciones antes de realizar una compra millonaria.
LA NACION