Tras ir perdiendo 2-0 y con dos goles de Bruno Sepúlveda, Banfield cortó la racha triunfal de Vélez, que llevaba cinco victorias al hilo y con el empate no pudo alcanzar a Huracán en la punta. El equipo de Gustavo Quinteros se desinfló después del golazo de Claudio Aquino y el Taladro, con más corazón que fútbol, logró recuperarse.
Ni el más optimista de los hinchas de Banfield imaginó la remontada tras el pobrísimo primer tiempo que jugó su equipo. El gol de cabeza de Francisco Pizzini fue una muestra de los graves problemas defensivos del local. Salió mal Maciel, cortó Bouzat, Aquino se la puso en el pecho a Romero, que controló bien y metió la pelota en el área chica, donde había tres jugadores visitantes y ninguno del local, todos clavados en el área grande.
Ni el más pesimista de los hinchas de Vélez imaginó que se podían escapar los tres puntos, incluso después del increíble gol que se perdió Thiago Fernández, tras otra mala salida de Banfield y los tres toques rápidos para poner al juvenil de cara al gol, pero que abrió demasiado el pie y el balón se fue desviado.
Ganaba bien 1-0 a Vélez, más allá que en el tramo final de la primera etapa había emparejado un poco Banfield. Con ese ímpetu empezó la parte final y enseguida tuvo la chance empatar de penal, tras la infracción que le hizo Bouzat a Matías González. Pateó Ignacio Rodríguez al medio y el arquero Marchiori rechazó con el pie derecho extendido.
Enseguida, llegó el golazo de Aquino (llegó a seis y alcanzó a Miguel Borja como máximo goleador del torneo), derechazo al ángulo, inatajable para Sanguinetti, quien encima se golpeó con el palo. Parecía liquidado el partido y todo Vélez festejaba el haber alcanzado a Huracán en lo más alto.
Pero el 2-0 fue el peor resultado para Vélez. Porque se lo empataron. Banfield aprovechó el viento a favor con pelotazos largos. Así llegó el descuento, tras la salida del fondo, Alvarez logró meter la pelota en el área, Marchiori quedó a medio camino y Sepúlveda metió la cabeza y esta vez no falló (en el primer tiempo tuvo una buena chance y el remate se fue desviado).
El descuento le dio al local el envión necesario para soñar con la igualdad, que otra vez llegó tras un pelotazo largo de Hernández, Alvarez le ganó en velocidad de Elías Gómez, envió un centro bajo y por el otro lado apareció Sepúlveda para igualar con un zurdazo certero. Faltaban quince minutos y sobre el final casi lo gana Banfield, pero el remate final de Roldán se fue por arriba del travesaño.
Banfield festejó un punto impensado, mientras que Vélez se quedó con esa sensación amarga de tener los tres puntos en la mano y perder dos en el camino. Aunque ese bajón de la parte final será un tema para trabajar en la semana para el entrenador Quinteros.