Imad Kabaja, médico pediatra palestino, doctor en un hospital de Gaza, educado en Bolivia, sufrió la guerra en la Franja. Sin medios, sin sueldo, operó, salvo vidas, se ocupó de los niños huérfanos y lo perdió todo. Su hospital fue atacado durante el conflicto con Israel, desatado tras el ataque de Hamas, el 7 de octubre.
Este fue su testimonio cuando el presidente Donald Trump anunció que quiere ocupar Gaza para convertirlo en una suerte de Costa Azul en medio de una frágil tregua en Gaza.
Hoy el doctor Imad vive en una carpa, junto a su esposa odontóloga y sus tres hijos. Su casa, sus consultorios, todo ha sido absolutamente destruido por las bombas. Camina tres horas para llegar a su trabajo.
-Doctor Imad, ¿cómo es la vida en Gaza hoy?
-La verdad es que la vida en Gaza es un infierno total. Vivir en Gaza es muy, muy difÃcil. Aquà recién paró la guerra, paró la sangre. Pero lo malo ahora es que estamos luchando para sobrevivir. Ahora estamos en invierno, mucho frÃo. Llevamos 10 dÃas de lluvia, un barro casi todas las horas. Y como todos saben, toda Gaza ya está destruida. Ya no tenemos casa. ¡Todos vivimos en carpas! Esas carpas hechas con lo que podÃamos conseguir. La verdad, en la carpa no podemos cuidarnos ni de la lluvia, ni del frÃo. Pero no tenemos más que esto.
-Otra cosa: la comida. Los anteriores meses pasados no encontramos nada. Ni siquiera para comprar. No habÃa comida, y la comida que habÃa, como es muy poca, era demasiado cara. Ahora entra la comida. Pero lo malo es que no tenemos dinero para comprar esta comida.
-¿Entra ayuda humanitaria tras la tregua? ¿Distribuyen ayuda gratuita?
-La ayuda que entra es muy poca, muy poca. Estamos hablando de casi 3.000.000 personas, que, a través de la guerra, han perdido todo. Un ejemplo soy yo. Perdà mi casa, perdà mi consultorio. Mi mujer era una odontóloga, también perdió su consultorio. Los fondos de vida que tenÃamos todos los meses, perdidos. No tenemos casi nada. A toda la gente le pasa lo mismo. Toda la gente no tiene trabajo, no tiene sueldo. Entonces, ¿con qué se va a comprar? Y la ayuda que entra, ni siquiera ayuda a sobrevivir. Es muy, muy poca.
-¿Imad, usted está trabajando en el hospital de médico?
-Yo trabajo en el hospital de médico. Pero trabajo y no hay sueldos. Nosotros hoy dÃa, durante un año y medio casi, trabajamos sin sueldos.
-Sin dinero. Yo trabajo sin dinero. Algunas veces no puedo llegar a mi trabajo porque tengo que pagar dinero para ir a mi trabajo y subirme a un taxi y no tengo con qué. Entonces, tengo que caminar como dos, tres horas y llegar a mi trabajo.

¿Gaza convertida en la Costa Azul?
-¿Cuál es la sensación que ustedes tienen frente a este proyecto de Donald Trump de convertir a Gaza en una suerte de Costa Azul y ustedes, a vivir a Jordania o a Egipto u otros paÃses?
-Nosotros aquà en Gaza nunca dejamos nuestra tierra. Nuestra tierra es más importante que nuestra vida. Nuestra tierra es más importante que nuestra felicidad. Esta tierra es la tierra de nuestros abuelos, de nuestros padres, de nosotros y de nuestros hijos. Nunca vamos a aceptar. Nosotros, durante un año y medio de bombardeo, durante todos los dÃas, hubo miles y miles de muertos, desaparecidos.
-¿Cómo va a poder reconstruir su casa? ¿Cómo va a poder reconstruir su trabajo? ¿Cómo es su futuro si el alto el fuego continúa?
-La verdad, sin ayuda de alguien, nunca voy a poder volver a mi casa. Mi casa, que era una casa buena, una casa bonita. Era la casa de nuestros sueños. Yo y mi mujer hemos trabajado, luchando durante 10 años, tratando de no gastar mucho para tener nuestra casa, la casa de nuestros hijos. Eso no es fácil para volver a hacerla, la verdad. Para mà es difÃcil. Ahora solamente pienso en la comida del dÃa. No pienso en la casa ni en mi consultorio. No hay tiempo de pensar en casa. Yo ahora solamente estoy pensando en una buena carpa para cuidar a mis hijos. No pensando en la casa, la verdad.
-¿Qué cree que pasará con la guerra?
-Yo primero pienso es que termine la guerra. Dios quiera que la tregua continúe y no recomience por cualquier razón.
-¿Ustedes sienten que va a llegar la solidaridad?
-Nosotros, ¿qué sentimos? Que estamos abandonados por todo el mundo.