El cierre del ATP 250 de Santiago de Chile, que bajará el telón con la final entre Sebastián Báez y Laslo Djere, llega con muchas coincidencias con respecto al torneo disputado la semana pasada en Río de Janeiro. Hubo en ambos certámenes tres semifinalistas argentinos y, tal como ocurrió en tierras cariocas con el francés Alexandre Muller, ahora fue Djere el villano que evitó la final 100% albiceleste. Y chocará con Báez, el campeón del ATP brasileño.
La jornada de sábado en el complejo Mario Caracci Onetto de la capital chilena arrancó con el duelo entre Francisco Cerúndolo, el número 26 del mundo y máximo favorito a quedarse con el título, frente a Djere (103°), uno de los semifinalistas del Argentina Open en el inicio de la gira sudamericana. En un partido con muchas imprecisiones y por momentos contrariado con sus propias equivocaciones, Cerúndolo cayó por 6-1, 4-6 y 6-3 en dos horas y un minuto de juego.
Se lo notó desenfocado al argentino. Tras un mal comienzo y algunos arranques de furia, rápidamente quedó en desventaja. En apenas media hora se le escapó el primer set. Y, aunque a base de sacrificio y empezando a poner la pelota en juego pudo emparejar el partido, finalmente volvió a caer en muchas equivocaciones, se lo vio incómodo en la cancha y se despidió del torneo ante Djere, que en su partido 300 en el circuito accedió a la sexta final de su carrera e irá en busca de su tercer título.
Ya sin el uruguayo Pablo Cuevas en su equipo, tras cortar la relación laboral días después de empezar a trabajar juntos luego de un entredicho en medio del partido de cuartos de final de Río ante Muller, el temperamental Cerúndolo viajó a Chile sólo acompañado de su madre y cerró la gira con una semifinal que le deja sabor a poco. Mostró lo mejor de su repertorio en Buenos Aires, donde eliminó a Alexander Zverev -el 2 del mundo- antes de perder la final con el ascendente Joao Fonseca, pero luego se fue apagando. Momento de barajar y dar de nuevo para él.
En el segundo turno de la cancha central, ya en la noche chilena, se enfrentaron Sebastián Báez y Camilo Ugo Carabelli por tercera semana consecutiva. Y la historia se repitió. Como en Buenos Aires y Río de Janeiro, la victoria fue para Báez, aunque no sin trabajar por ella: se impuso por 6-1, 3-6 y 6-3 en una hora y 47′ para llegar al centenar de triunfos ATP.
De todos modos, Ugo Carabelli cierra la gira sudamericana con muchos puntos positivos para rescatar. Logró sus primeras dos semifinales ATP en semanas consecutivas, trepará el lunes hasta el puesto 61 del ranking -la mejor ubicación de su carrera- y se pudo medir de igual a igual contra algunos habitués del circuito grande del tenis, lo que lo llena de confianza de cara al resto de la temporada.
Báez, por su parte, sigue brillando. Parece que se transforma al jugar sobre polvo de ladrillo y especialmente en Sudamérica. Había encadenado nueve derrotas consecutivas entre el final de la temporada pasada y el comienzo de la actual y ahora llegó a su segunda final consecutiva e irá, también, en busca de segundo título en fila, el que sería el octavo de su carrera. Laslo Djere será su último desafío.