Aunque sufrió la partida de Kylian Mbappé, su principal figura y máximo goleador en toda su historia, el conjunto parisino se está reencontrando de la mano de Luis Enrique con ese funcionamiento de equipo que la faltó en el último tiempo. Acumula 19 partidos sin conocer la derrota, dejó atrás la falta de gol y logró la clasificación para los octavos de final de la Champions, donde lo espera Barcelona o Liverpool.
Al técnico español se lo vio activo al borde de la línea de cal, a pesar de que la victoria 3-0 del partido de ida parecía haber sentenciado en forma anticipada la serie. El entrenador español, campeón del torneo con el Barça en 2015, no quería relajación en sus dirigidos. Y logró su cometido. Dos goles en el primer tiempo, obra del francés Bradley Barcola y del georgiano Khvicha Kvaratskhelia, pusieron la eliminatoria 5-0. Ahora si: todo sentenciado.
¿Quién podía imaginar en ese momento que el PSG marcaría todavía cinco goles más y que su rival se quedaría en cero? Eso fue lo que sucedió. Llamativamente, no hubo goles de Ousmane Dembelé, el artillero del campeonato francés que lidera PSG con diez puntos de ventaja sobre Olympique Marsella. De todos modos, el delantero francés tuvo participación en los goles y colaboró con el 10-0 final. No se veían diez tantos de un equipo en una mata-mata de Champions League desde los octavos de final de la edición 2018-19, cuando el Manchester City se impuso 10-2 (3-1 la ida y 7-0 la vuelta) ante Schalke 04.
El único signo de pregunta que rodea a esta racha de imbatibilidad del conjunto parisino radica en la jerarquía de sus rivales, visto que en frente, salvo un Machester City venido a menos, no tuvo hasta el momento adversarios de peso.
La última vez que el equipo de Luis Enrique enfrentó a uno top, que fue al Bayern de Múnich el pasado noviembre, cayó con estrépito, aunque desde entonces el joven PSG armado por el entrenador español, carente de grandes estrellas pero con mucha calidad, se rearmó, ha solidificó el juego y mejoró en todas las líneas.
El viernes decidirá el sorteo si esa mejora la pone a prueba el Barcelona de Hansi Flick o el Liverpool, líder intocable de la Premier. Para entonces, el PSG habrá recuperado todo el prestigio que se dejó en la primera parte de la temporada Europa y a buen seguro ni en Liverpool ni en Barcelona quieren que la bolita les empareje con los franceses.