Se trata de un hecho increíble para un torneo profesional, de Primera División, y en un país muy futbolero como Turquía. Este domingo, el Adana Demirspor se retiró del campo de juego del estadio Ali Sami Yen a la media hora del partido que estaba disputando ante el Galatasaray como protesta por un penal inexistente que señaló el árbitro, que convalidó el VAR y que convirtió Álvaro Morata, el español que llegó para reemplazar al lesionado delantero argentino Mauro Icardi.
El capitán de la Selección de España adelantó al cuadro de Estambul a los diez minutos del encuentro, pero antes de la media hora, el director técnico del conjunto visitante, Mustafa Alper Avci, decidió retirar a su equipo del campo a la vista de que no había existido infracción del alemán Semih Guler contra el belga Dries Mertens, que simuló descaradamente después de tocar la pelota antes que su rival.
Morata, que había convertido el pasado jueves en el partido de Copa ante el Boluspor, no perdonó la ocasión para anotar su primer tanto en la Superliga turca desde que llegó hace unas semanas procedente del Milan italiano.
Aunque el encuentro continuó, la decisión del penal del árbitro Oguzhan Çakir y del responsable del VAR, dirigido por el danés Jakob Alexander Sundberg, acabó derivando en el retiro del campo minutos después del Adana, último de la tabla de posiciones. La decisión final sobre el encuentro corresponderá ahora a los órganos disciplinarios de la Federación Turca.