¡SAN JUAN, TIERRA DE EMPRENDEDORES. LA PROVINCIA DONDE HACER COLA ES RENTABLE!
¡Señoras y señores, les presentamos el último grito de la moda emprendedora nacional! No estamos hablando de criptomonedas, ni de vender cursos para hacerse millonario. No. Estamos hablando del servicio estrella del verano 2025: “Te hacemos la cola para cruzar a Chile”, un negocio que combina el caos fronterizo con el ingenio argento… y de paso, la resignación de todos los que no pagaron.
Un negocio redondo… como las ruedas del auto en la fila
¿50 mil pesos para que un tipo se coma tu espera en el paso de Agua Negra? ¡Una ganga! Con ese dinero podrías irte a Chile en avión… pero, claro, te perderías la experiencia de hacer fila en espíritu, mientras tu colero favorito pasa la noche a la intemperie, acompañado por mosquitos y bocinazos. Cuando llega tu turno, te llaman y ¡zás! Entrás triunfante, como si fueras el Messi de las filas.
Los coleros: héroes sin capa (pero con termo)
Estos muchachos no solo tienen más paciencia que un maestro jardinero en un día de lluvia, también son expertos en organización. Mientras vos estás en tu casa viendo Netflix, ellos están ahí, firmes, charlando entre ellos como si fuera un club social: “¿Cuántos tenés vos hoy? Ah, yo tengo tres turnos. Negoción, papá”. El colero promedio factura en una noche lo que muchos en un mes. Si esto no es talento empresarial, no sé qué es.
La fila VIP: aplausos para los que pagaron
Lo más loco de todo es que los que no pagaron ni siquiera se quejan. Miran cómo los clientes VIP avanzan sin remordimientos y piensan: «Bien por ellos, yo también lo haría si no estuviera gastado hasta los calzoncillos». Es como ver una alfombra roja en Cannes, pero con autos llenos de bolsas de Duty Free.
El Estado: siempre innovando en complicarnos la vida
¿Tecnología? ¿Sistemas modernos? ¡Ja! En las fronteras argentinas seguimos en el siglo XIX. DNI escaneados a mano, papeles que nunca llegan y colas que duran más que el verano en la Costa Atlántica. Y mientras tanto, los funcionarios recomiendan: “No crucen viernes ni sábados”. Claro, como si el resto de los días mágicamente la fila se hiciera sola.
¿Es legal esto? ¡Qué pregunta de principiantes!
No hay ninguna ley que prohíba contratar a un colero, pero tampoco hay una que diga que está bien. Es como el mate con azúcar: raro, pero aceptado en silencio. Así que mientras algunos pagan su lugar en la fila, otros se consuelan pensando que al menos no tuvieron que pedir un préstamo para cruzar la frontera.
Conclusión: Argentina, un país con filosofía de fila
El fenómeno de los coleros en Agua Negra nos deja una gran enseñanza: en este país, si algo se puede complicar, alguien lo va a solucionar… cobrando. No importa si son 50 mil pesos, si la fila dura 12 horas o si el escáner de Aduana no funciona. Porque acá, en la tierra de los asados y las cuotas sin interés, hasta el caos es una oportunidad de negocio.
Próximamente: ¿Servicio de “te estacionamos el auto mientras vas al Duty Free”? ¡Ya lo veo venir!

