En la celebración del Te Deum, que es la primera misa del año en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco dijo este miércoles que “en la Jornada Mundial de la Paz, todos estamos llamados a aceptar la invitación del corazón materno de María y proteger la vida, hacernos cargo de la vida herida dignificando la vida de cada nacido de una mujer” porque es la base de “construir una civilización de la paz”.
El llamado a proteger la vida y la paz fue el núcleo central del mensaje del pontífice argentino. “Pido un compromiso firme para promover el respeto de la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, para que toda persona pueda amar la propia vida y mirar el futuro con esperanza”.
En la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra este 1° de enero “todos estamos llamados a aceptar esta invitación que brota del corazón materno de María” porque “es la base invocada como Madre de Dios”.
“Invocándola como Madre de Dios, afirmamos que Cristo ha sido generado por el Padre pero nació verdaderamente del vientre de una mujer. Afirmamos que él es el Señor del tiempo, pero habita este tiempo nuestro, también este nuevo año con su presencia de amor”.
Jorge Bergoglio, 88 años, apeló a confiar “el mundo entero” a la Virgen María «para que renazca la esperanza que finalmente florezca la paz en todos los pueblos de la tierra”.
Año Santo del Jubileo
La basílica estaba a pleno, con casi seis mil fieles presentes. Además de Francisco, obispo de Roma asistieron 36 cardenales, 22 obispos y 40 sacerdotes que participaron de la celebración. Entre ellos estaba el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
El Papa agradeció su presencia e hizo una reflexión para invitar a dar un sentido a todo el gran trabajo que ha sido y es llevado en Roma de obras para embellecer y hacer funcionar el Año Santo del Jubileo de 2025.
“El horizonte que resta es el de la frternidad”, dijo el Papa, quien agregó que los grandes trabajos para asegurar la acogida de los 32 millones de peregrinos que han comenzado a llegar “será permitida por tanto trabajo”.
“Roma está llamada a recibir a todos para que puedan reconocerse hijos de Dios y hermanos entre ellos”, afirmó Bergoglio.
“La esperanza de un mundo fraterno no es una ideología, no es un sistema económico, no es el progreso tecnológico. La esperanza de un mundo fraterno es él, el Hijo encarnado».
Tos y resfrío
En sus intervenciones en el Tedeum Francisco tosió varias veces y demostró que su proclamado resfrío le ha afectado los bronquios, una enfermedad que le brota cuando llegan los fríos.
Pero Francisco demostró también que está bien en general, aunque sus problemas bronquiales deben estar continuamente bajo control de los médicos.
El martes a la noche el Papa afirmó que “la esperanza del mundo está en la fraternidad”, en la última misa del año celebrada en la basílica de San Pedro.
El Papa saluda a la multitud en la Plaza San Pedro, este miércoles 1° de enero de 2025. Foto: EFE “Si, la esperanza del mundo está en la fraternidad”, dijo. Al celebrar las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, un acto solemne en el que se entonó también un Tedeum
“¿La espeanza de una humanidad fraterna es solo un escalón retórico o tiene una base sólida sobre la que constuir algo estable y duradero?”, se preguntó.
El pontífice instó a “caminar juntos, como peregrinos de esperanza, por el camino de la fraternidad”.
Tras la misa el pontífce salió a la plaza San Pedro para visitar el pesebre colocado en el obelisco egipcio que está en el medio de la plaza, que es un regalo de la ciudad de Grado en Gorizia, cerca del abeto navideño proveniente de Ledro en la región italiana de Trento.
Antes de regresar a la Casa de santa Marta, la residencia vaticana donde se aloja, se entretuvo a saludar a cientos de fieles en la plaza.