Un avión de la empresa Air Canada sufrió desperfectos en su tren de aterrizaje y se incendió en el Aeropuerto Internacional de Halifax, en la costa atlántica canadiense. Ocurrió mientras estaba por finalizar un vuelo desde San Juan de Terranova, a casi 1.500 kilómetros al noroeste, aunque no se reportaron víctimas entre los 73 pasajeros del vuelo.
Era un vuelo de rutina, uno más para el Bombardier Q400 propiedad de Air Canada pero regentado por PAL Airlines, aerolínea de importancia en la zona este de Canadá, hasta que en la cabina detectaron «un problema sospechoso con el tren de aterrizaje» cuando estaban por aterrizar en el Aeropuerto Internacional Stanfield de Halifax este sábado por la noche.
Y así ocurrió finalmente, dado que el tren de aterrizaje no se desplegó completamente y las alas de la nave hicieron contacto con la pista, lo que provocó un incendio.
A bordo viajaban, entre pasajeros y tripulantes, 73 personas, que debieron ser evacuadas de inmediato aunque ninguna sufrió más que lesiones leves, según consignaron el vocero de Air Canada, Peter Fitzpatrick, y su equivalente de la Policía Montada Real de Nueva Escocia (provincia en que ocurrió el accidente), de quien no trascendió el nombre.
Un video que grabó un pasajero desde el interior de la nave mientras esta intentaba aterrizar, y que se viralizó en redes sociales, da cuenta de cómo el ala izquierda del avión es consumida por las llamas y deja una retahíla de chispas mientras hace contacto con el asfalto de la pista de aterrizaje.
Como resultado del accidente, además de pronta intervención de rescatistas, también fueron suspendidos y demorados otros vuelos programados del aeropuerto de Halifax.
El accidente de Halifax ocurrió apenas horas después de otro accidente aéreo en Muan, Corea del Sur, cuando un avión de Jeju Air también tuvo problemas con su tren de aterrizaje y también peor desenlace: se estrelló contra un muro y explotó, por lo que 179 de los 181 pasajeros murieron en el acto.