Un preocupante desconcierto recorre Europa. Los resultados en la elección de las nuevas autoridades de los 27 países integrantes y la reelección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea por un período de cinco años ha traído más novedades inquietantes de las que se esperaban tras el aumento de las fuerzas derechistas y la decisión de la premier italiana Giorgia Meloni de chocar ruinosamente contra su amiga Ursula von der Layen.
El tándem que las mostraba a ambas pedaleando juntas se ha roto con gran ruido difundiendo una incertidumbre superior a la que se esperaba. Las derechas, como se esperaba, han crecido y las más peligrosas se han juntado en el grupo armado por el premier húngaro Viktor Orbán, considerado un diligente amigo del líder ruso Vladimir Putin. Es ahora el tercer grupo ultra en la Unión Europea. Allí se acomodan entre otros el partido de la líder francesa Marine Le Pen y del viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, que trasplantó a su grupo nacido bajo su respaldo en el área italiana. También Salvini es notorioamente un pro putiniano.
En las elecciones europeas volvió a ganar, como siempre, el trio de fuerzas europeas que gobiernan la Unión desde su creación, en 1957: el Partido Popular democristiano conservador; los socialistas y los liberales.
En la campaña electoral, Ursula von der Leyen agregó a los verdes ecologistas que la ayudaron a conquistar una victoria enorme con un total de 401 votos en el Parlamento Europeo.
El resultado dejó colgando solitario el peso de los 24 escaños de los eurodiputados derechistas del partido Hermanos de Italia de la premier italiana Giorgia Meloni.
«Trabajamos duro para unir a una mayoría en el centro para una Europa fuerte… El resultado habla por sí solo: era el enfoque correcto», dijo Von der Leyen.
En Italia la inevitable tormenta de críticas a la estrategia de Meloni fue justamente que había enfocado incorrectamente la elección. “Actuó como jefe de partido, no como líder de gobierno”. Meloni dice lo contrario pero ahora que viene el momento en agosto-septiembre de elegir la avalancha de cargos a llenar en la futura gestión, se encuentra más débil para imponer sus propuestas con los nombres elegidos.
El voto en contra de la primera ministra italiana generó controversia. Foto: APUn dato curioso e importante es que los dos viceprimeros ministros del gobierno Meloni, a nivel europeo militan en otras fuerzas y no en los Hermanos de Italia. El canciller Antonio Tajani, de Forza Italia, actualmente líder del partido en el que reemplazó al fallecido líder Silvio Berlusconi, el vicepremier Salvini se ha incorporado al grupo del partido del líder húngaro Orbán.
Salvini no anduvo con vueltas y dijo que la elección de Von der Leyen es “una mala noticia para Europa”.
La presidenta del gobierno europeo dijo que espera que cada país le envíe los nombres de una mujer y un hombre como candidatos en cada puesto ministerial.
Ursula von der Leyen seguirá 5 años como como presidenta de la Comisión Europea. Foto: APEn esta etapa se juega en gran parte el destino de Meloni. Tiene que recuperar capacidad para aumentar el poder de los italianos en el gobierno. En juego están la estabilidad económica, la creación de empleo, los temas energéticos, de seguridad y migración. Dicen que el favorito para la Von der Layen es un candidato español.
El futuro comisario de Defensa deberá promover un escudo antiaéreo europeo.
En Italia, la oposición acusa a Meloni de haber decidido sola abandonar la sala de los comandos del poder a nivel europeo, al precio de quedar enredada en los polos de atracción de las derechas soberanistas que ahora apuestan a la segura reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
