En uno de los casos el sujeto aprovechó que la madre no estaba para cometer el aberrante hecho. Ahora, terminó condenado.
Un hombre arremetió contra sus propias hijas y abusó sexualmente de ellas en varias ocasiones y en distintos momentos. Además, para evitar ser investigado y juzgado, amenazó de muerte a una de ellas. Es por eso que este viernes fue condenado a 6 años de prisión efectiva.
Según fuentes judiciales y conforme se pudo acreditar en la investigación, el sujeto, de quien no se da su identidad para preservar a las víctimas, abusó sexualmente en dos oportunidades de su hija de 11 años. Hechos que ocurrieron en el domicilio en donde el abusador convivía con la niña.
El primero de ellos ocurrió un día jueves de abril, en momentos en que el hombre se quedó solo junto a su hija aprovechando que la madre de la niña había salido. En ése contexto, la llamó a la habitación y cuando la nena se acostó a su lado, le tocó la vagina por encima de la ropa.
Al viernes siguiente y otra vez aprovechando que la madre de la niña salió, la llamó al dormitorio. Esta vez no solo le tocó las partes íntimas, sino que le pidió que le hiciera masajes en la pierna. Estos actos fueron interrumpidos cuando el agresor advirtió que su propia madre, y abuela de la niña, que vive junto a ellos, se había levantado de la cama, y frente al temor de ser sorprendido, le ordenó a la niña que se vaya a la cocina, no sin antes darle dos besos en la boca.
La víctima le contó todo a su mamá, pero ella por temor al hombre no lo denunció. Luego, a su hermano de 14 años quien se lo contó a una hermana mayor. Esta joven fue quien lo denunció.
En la investigación la nena confirmó los hechos. El hermano también relató que sufrían situaciones de violencia física, verbal y psicológica perpetradas por el sujeto.
Pero, el 30 de mayo por la noche, el abusador irrumpió en el domicilio de las víctimas forzando la seguridad del portón, pateando la puerta, para luego ingresar al comedor amenazandolos al grito de «si me meten en el penal, salgo y te mato», para luego dirigir sus gritos a los menores.
Tras ese episodio también se comprobó que había cometido actos de abuso sexual contra la joven que, siendo una niña, sufrió los aberrantes actos del sujeto.
Es por eso que este viernes, el padre abusador fue condenado a 6 años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de abuso sexual simple agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia, en dos hechos, en concurso real en perjuicio de la niña, abuso sexual simple reiterado, promoción a la corrupción agravada, amenazas coactivas, violación de domicilio.