River ya está en Belo Horizonte para enfrentar a Atlético Minero: la mística de Gallardo, hinchas que hicieron 3200 kilómetros en auto y las promesas por la quinta

“Quiero la Libertadores… yo te quiero Millonario, yo te quiero de verdad…” “Yo soy de River, de River de corazón, aunque ganes aunque pierdas…”

A puro canto, los hinchas de River que están en Belo Horizonte recibieron al plantel que conduce Marcelo Gallardo en la puerta del hotel Ouro Minas. Los que estaban afuera detrás de un vallado y lo que se encontraban adentro, alojados en el establecimiento.

Primero bajó el cuerpo técnico. Gallardo fue el que lideró la fila y detrás suyo entraron después sus colaboradores y luego los jugadores.

El Muñeco le tendió su mano derecha a los hinchas para saludarlos. Camisetas, celulares, gritos y emociones dominaban la escena. Lo mismo sucedió con cada futbolista que iba pasando antes de subir por una escalera al primer piso para ir a un salón donde merendaron y luego se dirigieron a las habitaciones.

River ya está en Belo Horizonte. A la tarde de este lunes, la delegación Millonaria llegó en vuelo chárter desde Buenos Aires y el plantel que conduce Marcelo Gallardo ya está alojado, listo y enfocado para afrontar la ida de la gran semifinal de Copa Libertadores contra Atlético Mineiro, en lo que, para muchos, será una final anticipada. A puro canto, los hinchas de River que están en Belo Horizonte recibieron al plantel que conduce Marcelo Gallardo en la puerta del hotel Ouro Minas. Los que estaban afuera detrás de un vallado y lo que se encontraban adentro, alojados en el establecimiento.

Con 25 convocados, entre ellos el Pity Martínez, quien aportará su carga simbólica en un duelo de Copa Libertadores, aunque en teoría no vaya ni al banco de suplentes, River ya se encuentra en Brasil y conducido por Gallardo, nada menos, a quien respetan muchísimo en estas tierras.

La mística del Muñeco en estos enfrentamientos es lo que más esperanza a los hinchas, más allá del andar irregular del equipo, al que le cuesta mucho que el juego fluya de mitad de cancha hacia adelante, como así también generar situaciones de gol.

Los hinchas igual acompañan y confían. Habrá cuatro mil fanáticos de la banda roja en el Arena MRV de Belo Horizonte alentando al equipo del Muñeco y de a poco ya se hacen sentir en la ciudad.

De hecho, un grupo numeroso se concentró en las puertas del Ouro Minas, el hotel en el que River se aloja cada vez que viene a Belo Horizonte y cantó por su equipo y alentó a los jugadores, mientras de a uno bajaban del micro que los trajo desde el aeropuerto Internacional Tancredo Neves hasta aquí, escoltado por camionetas policiales.

Muchos de esos hinchas hicieron sus sacrificios para venir. Como Alejandro y Ezequiel, quienes pidieron permiso en sus trabajos y ni se acuerdan la cantidad de horas que viajaron. Salieron desde Comodoro Rivadavia, al sur de Argentina, donde viven. Pasaron por Buenos Aires, Santiago de Chile, San Pablo, ahí cambiaron de aeropuerto, y después Belo Horizonte, el destino final.

Una pareja se lo tomó como viaje de placer y salió en auto desde Mar del Plata. Son Mónica y Gustavo, que conviven desde hace cinco años y comparten la pasión por River. Es el primer viaje al exterior para ver al club de sus amores. Fueron tres días en las rutas argentinas y brasileñas. Salieron el jueves pasado, pasaron por el Monumental para buscar las entradas que habían adquirido, arrancaron el periplo de 3173 kilómetros desde La Feliz, hicieron un alto en Buzios para ir a la playa y arribaron a Belo Horizonte el domingo.

Otros pudieron hacerlo de manera más corta y llegaron en vuelo directo desde Buenos Aires y otros lugares de Argentina. Algunos lo hicieron en micro. Y los que viven en Brasil se plegaron a la caravana de micros que organizaron las filiales del club en estas tierras y llegaron desde Río de Janeiro. Todos ellos estarán en una de las tribunas del Arena MRV este martes.

Algunos de ellos dieron testimonio a Clarín sobre lo qué significa este viaje, y también se prendieron a algunas preguntas puntuales. Una de ellas fue sobre el resultado del encuentro. Algunos están confiados en poder conseguir un triunfo pero la mayoría se conforma con un empate («lo importante es mantener el cero en el arco», admitió Juan, de Tigre) y alguno hasta con un 0-1 porque «en la revancha le tiramos el Monumental encima y lo damos vuelta».

El otro interrogante fue por lo que darían o prometerían si River gana su quinta Copa Libertadores. Y ahí hubo un común denominador: la mayoría se tatuaría algo. Desde la cara de Marcelo Gallardo hasta la del que haga el gol del triunfo en una hipotética final, o algo alusivo al club. Uno de ellos tiene preparada la pierna derecha, hasta ahora limpia de inscripciones y pinturas, para hacerla tatuar desde el tobillo al fémur.

Y la última tenía que ver con la llegada de Fernando Gago a Boca. La mayoría le restó importancia, bromearon con la goleada que recibió de Tigre en el debut y le recordaron las derrotas con River. No se olvidaron, obviamente, de Madrid.

River ahora va por otra Libertadores. Y en Belo Horizonte, donde ya se encuentra el plantel Millonario, buscará dar el primer paso para intentar meterse en la final del 30 de noviembre.