Desde las universidades desmienten los datos que dio Javier Milei: «La información está tergiversada intencionalmente»
Luego del duro discurso que dio el presidente Javier Milei en su discurso de este sábado contras las autoridades universitarias, en el que le cambió el nombre al Centro Cultural Kirchner, desde las casas de estudio salieron al cruce y lo desmintieron.
Al explicar los motivos de su veto a la ley de financiamiento universitario, el mandatario sostuvo que buscaba “terminar con las filtraciones del dinero que llega y se queda en el medio, con autos caros de 90 mil dólares y choferes que cobran 13 millones de pesos”.
Quien salió al cruce fue Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario, quien aseguró que “la información está tergiversada intencionalmente. La Universidad Nacional de Rosario tiene un servicio de movilidad para actividades académicas e institucionales pero en ningún caso se trata de un chofer de carácter personal ni mucho menos cobra 13 millones de pesos al año, que tampoco es un sueldo sino un contrato abierto por kilómetros realizados donde se van computando los traslados institucionales realizados en representación de la universidad”.
“Todas las instituciones tienen autos oficiales. En el caso de nuestra universidad optamos por un sistema diferente. No contratamos personal permanente para el servicio de traslados porque es más oneroso, por eso se hace un contrato abierto. El cuidado del auto corre por cuenta de quien lo conduce en ese contrato eventual”, sumó en diálogo con TN.
Además, sostuvo que las críticas del oficialismo buscan desprestigiar a los ámbitos científicos y universitario, para justificar el desfinanciamiento. “Hay pocos espacios del Estado tan controlados como las universidades públicas y corresponde que sea así porque son recursos públicos que tienen que ser bien administrados. Es más, si se quisieran establecer más controles, bienvenido sea. Porque todo lo que ayude a tener buenas prácticas en instituciones públicas es siempre un paso adelante”, dijo, refutando así el argumento que viene blandiendo el Presidente sobre la presunta negativa de las universidades para mostrar cómo gastan los fondos asignados.