SANTA FE.- En el primer fallo judicial de condena efectiva en el norte santafecino, una zona donde prolifera el abigeato, dos cuatreros –padre e hijo- como se los conoce en el mundo del delito rural, de 72 y 34 años, fueron condenados a seis años de prisión cada uno por el robo de ganado vacuno de un establecimiento rural de San Bernardo (departamento 9 de Julio), en el extremo noroeste santafecino.
Los condenados son Gerónimo Franichevich, el padre, y Gerónimo Edgardo Franichevich, el hijo, a quienes además se les impuso una inhabilitación especial por 12 años, el pago de una multa de $7.517.210,10 a cada uno, más los accesorios legales y costas.
La sentencia fue anunciada la semana pasada en un juicio oral, el primero que se realiza en los Tribunales de Tostado, por parte del juez Gustavo Bumaguin. La instrucción de la causa estuvo a cargo del fiscal Héctor José Aiello, de la Unidad Fiscal Tostado, dependiente de la Fiscalía Regional N° 5 Rafaela, del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Los imputados llegaron al fallo en libertad, pero al finalizar la lectura de la sentencia el fiscal solicitó la prisión preventiva de ambos. Ante la petición, el juez dispuso que la oficina de Gestión Judicial fije fecha para la audiencia de medidas cautelares, donde se resolverá si los Franichevich continúan en libertad hasta que la sentencia quede firme, ya que es habitual que la defensa presente recurso de apelación.
Aiello recordó que “entre el 24 y 25 de diciembre de 2020 los condenados -con la colaboración de otras personas aún no identificadas- se apoderaron ilegítimamente de 64 animales vacunos de distintas categorías, pelajes y razas, con diseño de marca y señal que se encontraban en un establecimiento rural de San Bernardo. Esos animales fueron trasladados mediante arreo por los condenados a dos predios rurales de la misma localidad; uno, propiedad del imputado de 72 años, y el otro, arrendado por el condenado de 34 años”, afirmó. En su exposición señaló que “luego de sustraer los animales los hombres condenados alteraron o suprimieron las marcas y señales de al menos 19 de ellos”.
El proceso judicial se inició hace cuatro años por una denuncia del productor José Aníbal Asán, víctima y querellante en la causa, después que le robaron animales de su campo por un valor estimado de entre 200 y 275 millones de pesos. Asán, en diálogo con LA NACION, recordó: “Los condenados, a los tres meses del robo a mi campo, volvieron a robar un lote de 90 animales. Pero ocurre lo de siempre: los agarran, están presos uno o dos meses, después salen y les queda un patrimonio inmenso. Está todo tan perfectamente planeado que se hizo en la madrugada de un 25 de diciembre (de 2020), cuando hay menos vigilancia y la gente está relajada. Está absolutamente bien planeado”.
Luego amplió: “Integran una familia que tiene más de 1000 cabezas propias, según surge de los datos que el Senasa aportó en el juicio. (Los Franichevich) tienen dos establecimientos: uno propio de más de 1000 hectáreas y otro arrendado. Estamos hablando de empresarios con camionetas de alta gama 4×4, muchas de ellas modelo 2024. No estamos hablando de pobre gente que roba para vivir. Acá son bandas delictivas abocadas a un negocio muy rentable. En estos departamentos (como 9 de Julio, Vera y General Obligado) donde el abigeato es una explotación económica, casi una industria, jamás se había dado un juicio oral. Este es el primero”.
“Lo que pretendía se cumplió porque la Justicia sentó un precedente: no es lo mismo hacer dinero o capital trabajando y produciendo honestamente, que hacer una fortuna con dinero mal habido. Si nosotros aceptamos dinero de esta gente, después salen, no pasa nada y sigue la fiesta. Porque para los ojos de una parte de la sociedad estos caballeros son exitosos”, remarcó Asán, en diálogo con este diario.
Según el informe del MPA, los dos hombres fueron condenados por la coautoría del delito de abigeato agravado e inhabilitados para cría o comercialización demás actividades relacionadas a la ganadería por el doble del tiempo de la condena. Además el tribunal impuso la multa mencionada. Luego de conocer la sentencia del tribunal, el fiscal Aiello expresó conformidad con el resultado. “Si bien aún no conocemos los fundamentos de los jueces, valoramos satisfactoriamente que la sentencia haya sido condenatoria y por la misma cantidad de años que solicitamos desde la Fiscalía en la acusación”, remarcó.
