El Gobierno argentino inició una investigación secreta sobre un importante flujo de dinero que utilizó el sistema financiero para transferir fondos a supuestos agentes del terrorismo islámico. Dos individuos, uno argentino y otro sirio, están siendo investigados por presuntamente movilizar fondos ilegales para financiar a Hezbollah. La Unidad de Información Financiera ordenó el congelamiento de bienes de ambos por seis meses. Se sospecha que podrían tener vínculos con Hamas. El argentino bajo investigación trabaja en una entidad educativa. Se desconoce por qué estas organizaciones podrían haber usado entidades financieras argentinas para mover su dinero. El Gobierno está en alerta debido a amenazas de represalias por parte de Hezbollah. La Argentina es considerada enemiga de Irán, Hezbollah y Rusia. La UIF y la Justicia actúan para prevenir posibles acciones terroristas.