En Rawson, barrio Alameda, un ladrón de 31 años intentó robar una moto y una bicicleta. Sí, moto y bici, porque la inflación obliga a diversificar el delito: plan A dos ruedas con motor, plan B dos ruedas a pulmón.
Cuando los vecinos lo vieron, se activó la Copa Libertadores del Corre que te Corro.
El ladrón corrió, los vecinos corrieron, el perro del vecino ladró sin entender pero feliz de participar.
La persecución terminó en el barrio Franklin Rawson, donde el caco, cual turista improvisado, golpeó puerta y… la propietaria le dio permiso para entrar.
Sí: “Pase joven, siéntase como en su casa, esconderse debajo de la cama es al fondo a la derecha.”
Porque en Argentina no solo abrimos la puerta, habilitamos el escondite estratégico.
Los vecinos, ya en modo SWAT + mate en la mano, entraron, levantaron la sábana y ahí estaba:
el ladrón en posición fetal, camuflado como monstruo de peluche de Toy Story.
Finalmente fue detenido y trasladado a los calabozos, donde ahora descansa sin necesidad de cama ajena, aunque sin la amable anfitriona que lo autorizó a esconderse.
Los Cargos oficiales son Intento de robo, Violación de domicilio, Y turismo express bajo cama en concurso real

