LA PAZ.- “Hoy se cierra un ciclo y es el inicio de una nueva etapa para Bolivia”, dijo al emitir su voto en Tarija este domingo el candidato democristiano Rodrigo Paz Pereira. “Vayamos todos a votar, tenemos la oportunidad de terminar con 20 años destructivos”, coincidió poco después en esta capital su contrincante, el derechista de Alianza Libre, Jorge “Tuto” Quiroga.
Ambas declaraciones se asociaron en dar por finalizada la gestión del Movimiento al Socialismo (MAS), que en la primera vuelta obtuvo solo el 3 % de los votos. Y en invitar a la gente a una mayor participación.
El propio presidente interino del Tribunal Supremo Electoral, Óscar Hassenteufel, evaluó a mitad de la jornada electoral que fue desde las 8 a las 16 (una hora más en la Argentina), que pese a que se habilitaron sin inconvenientes las 34.000 mesas de votación en Bolivia y en otros 22 países, la afluencia estaba siendo a mitad de jornada menor que en la primera vuelta del 17 de agosto.
“La presencia de los ciudadanos, sobre todo en las primeras horas, no fue como en otras oportunidades. Seguramente influyó el factor climático”, en una jornada desapacible en varias localidades, reconoció Hassenteufel.
El funcionario aseguró que el Sistema de Resultados Electorales Preliminares (Sirepre) estará en condiciones de anunciar alrededor de las 20 (21 en la Argentina) quién gobernará Bolivia a partir del próximo 8 de noviembre.
La presidenta del Tribunal Electoral Departamental de Santa Cruz de la Sierra, María Cristina Claros, también advirtió sobre la escasa participación.
«Votar en Bolivia es obligatorio y existe una sanción pecuniaria del 20% de un salario mínimo nacional, es decir 550 pesos bolivianos [unos 55 dólares], para los ciudadanos no votantes. Y esta mención se hace en virtud a que, del reporte que tenemos de nuestros notarios y coordinadores, existe poca afluencia de los electores. Son más de 2 millones de habilitados para votar en nuestro departamento, algo que nos llama la atención y por ende hacemos la reflexión», indicó un funcionario.
En una visita a la Unidad Educativa Andrés de Santa Cruz, LA NACION pudo comprobar, efectivamente, la menor afluencia respecto del mismo horario de la primera vuelta electoral.
Silvia Tatiana Zeballos, presidenta de la una de las mesas de votación explicó gráficamente con una boleta cómo eligen los bolivianos su presidente y vice en este balotaje. Se trata de una hoja A4 doblada por la mitad, que adentro tiene las respectivas fotos de Paz Pereira y Jorge Quiroga, y abajo figuran los nombres de sus compañeros de fórmula.
Al recibir el votante esa boleta, la autoridad de mesa debe exhibir a los presentes el papel y decir en voz alta: “Papeleta sin marcaciones”.
En el cuarto oscuro el ciudadano marca con una cruz la fórmula de su preferencia, y al salir la deposita en la urna.
Aunque el voto es secreto, los bolivianos suelen prestarse en su mayoría sin inconvenientes a contar por quién votaron.
El ciudadano Luis Iturralde, padre de cinco hijos, no ocultó su voto por Quiroga.
“La gente está esperando el cambio. Que los electores miren cómo estamos viviendo y tomen una buena decisión”, señaló a LA NACION.
Consultado sobre qué lo afecta más de la crisis económica actual, Iturralde mencionó la suba del dólar, cuyo precio oficial es 6,88 pesos bolivianos y el paralelo llega a 12 pesos. Además, existe un cepo de un máximo de 100 dólares por mes para comprar en el mercado oficial.
“El cambio tan alto ha hecho que haya desabastecimiento de bienes y combustible. Hay mucha gente que no tiene ni para comer, y estamos sufriendo mucho”, dijo.
En cuanto a por qué cree que la mejor opción es Quiroga, contestó: “Sabemos que va a ser muy duro el ajuste, que vamos a sufrir unos cuantos años, pero Tuto tiene muchas más opciones para sacar adelante el país. Le tengo miedo al ajuste, sí, pero esta situación es mucho peor”, aseguró.
Por su parte Rosa Peláez, sin demasiada convicción, dijo que apoyaba a Paz Pereira. “No me gusta ninguno de los dos candidatos, pero a alguien había que elegir”.
De todas maneras remarcó como “muy positivo” el fin del ciclo del MAS, y confió que con un triunfo de Paz Pereira se mantendrán los bonos sociales como el de ayuda escolar, Juancito Pinto (20 dólares anuales) o la Renta Dignidad (35 dólares mensuales) para las personas que no reciben otra jubilación.
“Yo creo que los van a mantener. Muchos bolivianos ya cuentan de manera fija con ese dinero, así que la gente se puede alzar si intentan sacarlo”, dijo.
Silvia Tapia, docente universitaria de Investigación Educativa, se sorprendió también por la escasa afluencia de votantes, pero recordó que en Bolivia, donde el voto es obligatorio, por los próximos tres meses deben presentar constancia de votación para cualquier trámite bancario y oficial. Por lo que consideró que, sobre todo quienes participan de la economía formal, no pueden dejar de votar.
“Más que el fin del MAS, espero que este domingo marque el final del socialismo como opción de gobierno. Los bolivianos somos muy trabajadores y no queremos vivir en un país comunista donde la gente se acostumbra a vivir de bonos del Estado”, dijo.
Tapia dijo que votó por Quiroga. “El ajuste va a ser duro, pero no tenemos otra salida, así que ahora habrá que que bancarse lo que venga a partir del 8 de noviembre”, concluyó.
 
															 
															 
															 
					 
							 
															
 
			
 
		 
		