El precio del oro superó los US$ 3.819,81 la onza troy, impulsado por temores sobre el límite de endeudamiento del gobierno de EE. UU. y las dificultades de Donald Trump para lograr una expansión presupuestaria.
Desde comienzos de 2025, el oro acumuló una suba fuerte de 45 %, impulsado por crecientes dudas sobre la solvencia de los gobiernos, la inflación y el rol del dólar como moneda de reserva.
Uno de los factores determinantes ha sido el flujo de capital hacia fondos cotizados respaldados en oro (ETFs). En las últimas semanas, las entradas de dinero han sido consecutivas y alcanzan niveles cercanos a máximos históricos, según el Consejo Mundial del Oro.
Analistas de Deutsche Bank comentan que este fenómeno indica ofertas “agresivas” de bancos centrales y de inversores institucionales, y que las posiciones récord de fondos de cobertura —con cerca de US$ 73.000 millones en oro— marcan una clara apuesta al metal precioso.
John Reade, estratega del Consejo Mundial del Oro, sostiene que el miedo a quedarse afuera (“FOMO”) está entrando en juego: muchos inversores que se quedaron al margen del ascenso reciente ahora buscan sumarse al movimiento.

