Un dato pasó levemente desapercibido en la presentación de este martes de los tres nuevos iPhone 17 y el flamante iPhone Air. O mejor: Apple se detuvo en ella, pero como un dato menor respecto de las demás novedades, pero amerita una segunda mirada, sobre todo porque las novedades de los nuevos iPhone son esperables y, por eso, se naturalizarán más rápido.
Sí, la edición 2025 de dispositivos tiene mejor procesador, mejores cámaras, mejor batería y mayor protección del vidrio cerámico, que además habilita un leve cambio de diseño. No es poco, sin duda, pero era lo esperable: la lenta progresión de mejoras, generación tras generación, que justifican cambiar de teléfono cada 2 o 3 años.
Pero los nuevos iPhone 17 (y el Air también) traen una novedad en la cámara frontal del teléfono, un elemento al que no siempre le prestamos toda la atención que merece. Después de todo, como asegura la propia Apple, sus usuarios tomaron unos 500 mil millones de selfies en 2024 (la compañía no aclaró cómo obtuvo esos datos).
El cambio respecto de los años anteriores es que ahora la cámara usa un sensor cuadrado. Los sensores de las cámaras de fotos para celulares no lo son, en general: tienden a ser rectangulares, y ubicados siguiendo la disposición de las pantallas clásicas (apaisadas; más anchas que altas). Cada tanto algún fabricante prueba un cambio, producto de nuestra tendencia a romper con un siglo de tradición cinematográfica y, cada vez más, tomar fotos y grabar videos en modo retrato (vertical), siguiendo la superficie en la que se verá primero ese contenido, es decir, el celular.
Hace algo más de un lustro, por ejemplo, Motorola presentó en sociedad el Motorola One Action, un dispositivo que tenía una cámara gran angular singular: estaba diseñada para tomar imágenes y videos panorámicos con el teléfono vertical, algo inusitado entonces.
Lo que ahora ofrece Apple en el iPhone 17 es un sensor cuadrado, lo que permite elegir entre una toma vertical u horizontal sin necesidad de girar el telefóno. Claro, con un sensor rectangular eso define qué entra en pantalla (más a lo ancho, o más a lo alto, según orientemos el teléfono). Con un sensor cuadrado no importa: podemos hacer el recorte que queremos sin mover el iPhone de su posición vertical natural.
En esto es similar a lo que hizo Snap (la dueña de Snapchat) hace un tiempo con sus primeros anteojos, que registraban video en un formato circular, intentando imitar el campo de visión de nuestros ojos.
La nueva cámara frontal Center Stage, dice Apple, “cuenta con el primer sensor cuadrado en un iPhone, ofreciendo un campo de visión más amplio y una resolución más alta (hasta 18 MP para fotos) para capturar más detalles.” Y usa inteligencia artificial para analizar la imagen y, en una foto grupal, elegir la orientación en la que mejor entran todos. “Para fotos grupales, Center Stage para fotos usa IA para expandir automáticamente el campo de visión y puede rotar de vertical a horizontal para incluir a todos en el encuadre”.
Por supuesto, siempre se puede usar una cámara frontal convencional y tomar el autorretrato con precaución para dejar más margen en la imagen para un reencuadre posterior, como se hizo toda la vida, pero esta decisión de Apple simplifica el proceso. Al menos, en teoría: el 19 de septiembre salen los teléfonos a la venta en todo el mundo y allí se podrá comprobar cuán útil es esta herramienta.