Entrevista: Sergio M. Eiben con Leila Vertsikov, consejera de Transparency International
Sergio M. Eiben (SME): Leila, gracias por acompañarnos. En una reciente entrevista en FOX-Miami, afirmó que «No le hace bien al Gobierno de Milei no hablar o no referirse al caso de las coimas en el ANDIS, lo único que hace es aumentar la desconfianza sobre su persona». ¿Es así al respecto?
Leila Vertsikov (LV): Si, Ratifico plenamente lo que dije en esa nota. El silencio gubernamental frente a denuncias de corrupción no solo es preocupante, sino que también mina la confianza pública en las instituciones. La falta de respuestas claras y oportunas genera un vacío que alimenta las especulaciones y desconfianza ciudadana.
SME: En relación con la transparencia, ¿considera que el gobierno ha avanzado en este aspecto, o este caso mas el caso $Libra lo hace entrar en sombras y sospechas?
LV: Hubo avances en términos de legislación y creación de organismos de control. Sin embargo, la implementación efectiva de estas medidas sigue siendo un desafío. La verdadera transparencia se logra cuando las leyes se aplican rigurosamente y cuando los ciudadanos pueden acceder fácilmente a la información pública.
SME: ¿Qué papel juega la sociedad civil en este contexto?
LV: La sociedad civil es fundamental. Organizaciones como Transparency International y otros actores sociales desempeñan un rol crucial en la vigilancia, denuncia y promoción de la transparencia. La participación activa de los ciudadanos fortalece la democracia y obliga a los gobiernos a rendir cuentas.
SME: ¿Qué medidas concretas recomendarías para mejorar la situación?
LV: Es esencial fortalecer los mecanismos de control independiente, garantizar la protección de los denunciantes y promover una cultura de rendición de cuentas. Además, se debe fomentar la educación cívica para que los ciudadanos comprendan la importancia de la transparencia y exijan su cumplimiento.
SME: Leila, muchas veces se escucha que la corrupción “es un problema cultural”. ¿Hasta qué punto esto es cierto en Argentina y América Latina?
LV: Es un mito peligroso. No es cuestión de cultura, sino de estructuras débiles de control y de incentivos perversos. La corrupción se perpetúa cuando hay impunidad y falta de transparencia, no porque la gente “nace corrupta”.
SME: Hablando de impunidad, ¿cómo evalúa usted la actuación de los organismos judiciales frente a casos de corrupción de alto perfil?
LV: Hay esfuerzos, pero la percepción ciudadana es que muchas investigaciones no llegan a buen puerto. Las mediciones de Transparency Internatinal indican que los períodos de gobierno de Néstor y Cristina Kirhner son quienes llevaron el concepto del robo al estado a su máxima expresión. Esto erosiona la confianza y refuerza la sensación de que ciertos actores están por encima de la ley.
SME: En ese contexto, ¿qué papel juega la prensa en la lucha contra la corrupción?
LV: Es central. La prensa independiente actúa como control social, visibilizando irregularidades que de otro modo quedarían ocultas. Sin investigación periodística rigurosa, la corrupción se vuelve casi invisible para la ciudadanía. Sin las denuncias de la prensa, y el seguimiento de los casos de corrupción del matrimonio Kirchner y ahora del entorno de Milei ninguna caso podría haberse llevado a la justicia.
SME: Algunos argumentan que las leyes existen, pero que “nadie las cumple”. ¿Cómo se rompe ese círculo?
LV: Fortaleciendo la rendición de cuentas. Eso implica no solo leyes más estrictas, sino también organismos que tengan autonomía real, recursos suficientes y sanciones efectivas. Además, la sociedad debe exigir transparencia y no conformarse con respuestas evasivas.
SME: Sobre la transparencia proactiva, ¿qué prácticas deberían implementar los gobiernos para ser percibidos como confiables?
LV: Publicar información clara y accesible, explicar decisiones públicas, rendir cuentas de los gastos y proyectos, y crear canales seguros para denuncias. La transparencia no es solo “cumplir con la ley”, sino demostrar que el gobierno actúa con integridad.
SME: ¿Qué riesgos enfrenta un país donde la corrupción se percibe como normal?
LV: Riesgos enormes: desinversión, debilitamiento de instituciones, pérdida de confianza social, injusticia y desigualdad. La corrupción erosiona la democracia y limita el desarrollo económico.
SME: Finalmente, Leila, ¿qué mensaje darías a los ciudadanos argentinos que se sienten impotentes frente a la corrupción?
LV: Que no están impotentes. Cada denuncia, cada seguimiento de un caso y cada voto informado cuenta. La presión constante de ciudadanos activos puede cambiar dinámicas de impunidad y obligar a los gobiernos a actuar con transparencia.