DAMASCO.- Las fuerzas armadas del gobierno interino de Siria se preparan para un nuevo despliegue en Sweida, al sur del país, luego de que nuevos enfrentamientos entre grupos armados drusos y miembros de clanes beduinos anoche violaran el frágil acuerdo de alto el fuego vigente.
Israel, que durante la semana había llevado a cabo una serie de ataques aéreos sobre Damasco y advertido sobre la presencia de personal militar sirio cerca de su frontera norte, anunció que permitirá el regreso de las fuerzas del gobierno central con el objetivo de restablecer la estabilidad en la zona.
Las fuerzas de seguridad del gobierno sirio acordaron con algunas de las facciones drusas que volverían para imponer estabilidad y proteger las instituciones estatales, según afirmaron el viernes dos funcionarios sirios que hablaron bajo condición de anonimato. La imparcialidad del gobierno central en el conflicto, no obstante, ha sido puesta en duda.
Las tropas del presidente interino, Ahmad al-Sharaa, se retiraron el jueves de la ciudad tras un alto el fuego alcanzado para poner fin a las hostilidades que empezaron el domingo, y que según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dejaron un saldo de casi 600 muertos.
Al-Sharaa afirmó que el retiro de sus tropas pretendía evitar una “guerra abierta” con Israel.
El ejército israelí bombardeó esta semana objetivos gubernamentales en la provincia de Sweida y en Damasco, incluido el Ministerio de Defensa sirio, con el argumento de querer defender a los drusos, una minoría aliada que también está presente en Israel y en la meseta siria del Golán, ocupada por el Estado hebreo desde 1967.
Tras el alto el fuego y la retirada de las fuerzas gubernamentales, los enfrentamientos entre los grupos drusos y beduinos volvieron a estallar en zonas de Sweida. La prensa estatal reportó que las milicias drusas lanzaron ataques de represalia contra comunidades beduinas, lo que provocó un afluente de combatientes sunitas de otras zonas del país para para sumarse al conflicto.
En dirección opuesta, muchas personas se vieron obligadas a huir de la zona. El gobernador de la provincia vecina de Daraa indicó en un comunicado que más de 1000 familias se habían desplazado a la región desde Sweida debido a los “ataques a tribus beduinas por parte de grupos fuera de la ley”.
Los choques, que en un primer momento enfrentaron a milicias drusas y tribus beduinas musulmanas suníes locales, comenzaron el domingo. Las fuerzas de Damasco intervinieron con el fin declarado de estabilizar la región, pero grupos drusos y testigos las acusaron de combatir del lado de los beduinos. Los enfrentamientos causaron cientos de fallecidos en cuatro días, y se acusó a combatientes afiliados al gobierno de ejecutar a civiles drusos, además de saquear y quemar casas.
Israel intervino con decenas de ataques aéreos en Sweida, así como uno cercano al palacio presidencial en Damasco, en una importante escalada de su implicación en el conflicto. Los drusos son una comunidad considerable en Israel, donde son vistos como una minoría leal y a menudo sirven en el ejército.
La mayoría de los combates se detuvieron por la tregua anunciada el miércoles, mediada por Estados Unidos, Turquía y naciones árabes. Según el pacto, las facciones drusas y los clérigos se encargarían de mantener la seguridad interna en Sweida, afirmó el jueves el presidente al-Sharaa.
Los efectivos sirios se retiraron en gran medida tras el anuncio de la tregua, pero los enfrentamientos volvieron a estallar a última hora del jueves.
El gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu califica a los nuevos gobernantes sirios de yihadistas apenas disfrazados y ha prometido proteger a la comunidad drusa de la zona de los ataques, alentado por los llamamientos de la propia minoría drusa de Israel.
Netanyahu sostuvo que el alto el fuego en Siria “se obtuvo por la fuerza”, tras los ataques al cuartel general del ejército y los alrededores del palacio presidencial, y “no por exigencias, ni por súplicas”.
La profunda desconfianza de Tel Aviv hacia los nuevos dirigentes islamistas de Siria contrasta con la postura de Estados Unidos, que el martes pidió a Israel que detuviera sus ataques contra las fuerzas militares sirias en el sur del país.
Este viernes, el ejército israelí desmintió los reportes de la agencia estatal de noticias siria, que afirmaban que el Estado hebreo había lanzado nuevos bombardeos durante la noche del jueves contra la ciudad de Sweida.
En paralelo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en una conversación telefónica, que los nuevos enfrentamientos armados en el sur de Siria representan “una amenaza para el conjunto de la región”. Su oficina agregó que, en su opinión, lo esencial es que Israel respete la soberanía siria.
Desde su llegada al poder en diciembre, tras derrocar a Bashar al-Assad, al-Sharaa se ha esforzado por dejar atrás su pasado yihadista y por restablecer la autoridad del gobierno central en un país profundamente dividido tras más de 14 años de guerra civil.
El jefe de la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas pidió el viernes a las autoridades interinas de Siria que garanticen la rendición de cuentas y la justicia por los asesinatos y violaciones de derechos en la ciudad sureña de Sweida.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) afirmó haber recibido informaciones creíbles de violaciones generalizadas de derechos humanos durante los enfrentamientos.
Entre ellas, informaciones de ejecuciones sumarias, secuestros y destrucción de propiedades privadas por parte de las fuerzas de seguridad y personas vinculadas a las autoridades interinas sirias, así como de otros elementos armados, como drusos y beduinos.
«Este derramamiento de sangre y la violencia deben cesar y la protección de todas las personas debe ser la máxima prioridad, en consonancia con el derecho internacional de los derechos humanos», dijo en un comunicado el alto comisionado, Volker Türk.
Al menos 13 personas murieron de manera ilegal en un incidente registrado el 15 de julio, cuando miembros de las autoridades abrieron fuego contra una reunión familiar, según informó la Acnudh. Seis hombres fueron ejecutados sumariamente cerca de sus casas el mismo día.
“Mi Oficina ha recibido testimonios de sirios angustiados que temen por sus vidas y las de sus seres queridos. (…) El despliegue de fuerzas estatales debería aportar seguridad y protección, y no añadir miedo y violencia”, destacó Türk.
Agencias AP, AFP y Reuters