COPENHAGUE/LONDRES.- Una nueva erupción volcánica en el suroeste de Islandia obligó este miércoles a evacuar nuevamente a turistas y trabajadores del famoso balneario geotermal Laguna Azul, informó la emisora pública RUV.
La actividad en el volcán Litla Skogfell comenzó alrededor de las cuatro de la madrugada tras una serie de intensos sismos en la península de Reykjanes, ubicada al suroeste de la capital, según reportó la Oficina Meteorológica de Islandia.
Las imágenes transmitidas en directo por medios locales mostraron columnas de humo y espectaculares flujos de lava incandescente, de tonos amarillos y naranjas, emergiendo de una enorme fisura abierta por la presión del magma, con una longitud estimada de entre 700 y 1000 metros.
Se trata de la última de una serie de erupciones registradas en los últimos años cerca de Reikiavik, luego de que los sistemas geológicos de la península se reactivaran en 2021.
La lava fluye hacia el sureste a través del árido paisaje, pero por el momento no representa una amenaza directa para infraestructuras, según las autoridades. “Basándonos en las mediciones GPS y las señales de deformación, es probable que se trate de una erupción relativamente pequeña”, señaló la oficina meteorológica en un comunicado.
Tampoco se registraron interrupciones en el aeropuerto internacional de Keflavik, cercano a la capital, que opera con normalidad.
Además de los turistas en la Laguna Azul, también fueron evacuadas personas en la localidad de Grindavik, donde se había instalado un campamento temporal. Esta ciudad, que antes de 2023 albergaba a unos 4000 habitantes, permanece prácticamente desierta desde entonces, debido a las constantes amenazas de flujos de lava y terremotos relacionados con la actividad volcánica.
Grindavik ha estado en el epicentro de la agitación sísmica desde noviembre de 2023, cuando un volcán de la zona despertó tras casi 800 años de inactividad. Desde entonces, la región ha vivido múltiples erupciones, aunque ninguna ha supuesto hasta ahora una amenaza directa para Reikiavik ni ha generado columnas de ceniza que afecten el tráfico aéreo, como ocurrió en 2010 con la erupción del Eyjafjallajökull.
Los expertos advierten que este tipo de fenómenos podrían repetirse durante décadas, o incluso siglos. Las llamadas “erupciones fisurales”, como la actual, se caracterizan por la salida de lava a lo largo de grietas extensas en lugar de hacerlo desde un cráter central.
Islandia, conocida como la “tierra de hielo y fuego” por la coexistencia de glaciares y volcanes, ha experimentado al menos una docena de erupciones desde 2021, marcando un nuevo ciclo de intensa actividad geológica en su suroeste.
Agencias AP y Reuters
