WASHINGTON.- Frustrado por su falta de avances con Rusia, Donald Trump anunció que suministrará armas a Ucrania a través de la OTAN, confirmando el drástico giro en la postura del presidente norteamericano, que desde que asumió su segundo mandato no había autorizado envíos de ayuda militar a Kiev.
Trump anticipó también que el próximo lunes hará una “declaración importante” sobre Rusia, tras sentirse “decepcionado” por su par ruso, Vladimir Putin. “Ya verán lo que pasa”, les dijo a los periodistas que le preguntaban sobre los drones rusos sobre una maternidad de Kharkiv.
Putin había sido hasta hace poco el interlocutor favorito del jefe de la Casa Blanca en su intento de resolver rápidamente el conflicto, aparentemente a expensas de los intereses de Ucrania. Apenas asumió, Trump dijo que podía resolver el conflicto en 24 horas.
Pero últimamente venía expresando su frustración con Putin por la falta de avances para poner fin a la guerra desatada por la invasión a gran escala de febrero de 2022.
“Estamos enviando armas a la OTAN, y la OTAN está pagando por esas armas, al 100%. Así que lo que estamos haciendo es que las armas que están saliendo van a la OTAN, y luego la OTAN se las dará [a Ucrania], y la OTAN está pagando por esas armas», dijo Trump. “Enviamos armas a la OTAN y la OTAN va a reembolsar su costo total”, añadió.
Por primera vez desde que regresó al cargo, Trump enviará armas a Kiev en virtud de un poder presidencial frecuentemente utilizado por su predecesor. El gobierno de Trump solo ha enviado hasta ahora armas autorizadas por el expresidente Joe Biden, firme partidario de Kiev.
El equipo de Trump identificará armas de los arsenales estadounidenses para enviarlas a Ucrania bajo la Autoridad Presidencial de Reducción, que le permite recurrir a las reservas de armas para ayudar a los aliados en caso de emergencia, dijeron fuentes del gobierno. Las armas podrían valer alrededor de 300 millones de dólares.
Trump había deslizado el martes que Estados Unidos enviaría más armas a Ucrania para ayudar al país a defenderse de la intensificación de los avances rusos. “Vamos a enviar más armas, principalmente defensivas”, dijo entonces, y este viernes confirmó oficialmente la decisión.
El paquete podría incluir misiles defensivos Patriot y cohetes ofensivos de medio alcance, pero no se ha tomado una decisión sobre el equipo exacto, dijeron las fuentes.
Trump se había comprometido a poner fin rápidamente a la guerra, pero tras meses de presidencia apenas se han producido avances. El presidente republicano ha criticado en ocasiones el gasto estadounidense en defensa de Ucrania, ha hablado favorablemente de Rusia y se ha enfrentado públicamente al líder ucraniano. Sin embargo, en ocasiones también ha manifestado su apoyo a Kiev y ha expresado su decepción por el liderazgo de Rusia.
Para presionar al Kremlin, Trump también está dispuesto a utilizar un proyecto de ley bipartidista, patrocinado por el senador republicano Lindsey Graham y su colega demócrata Richard Blumenthal.
La medida impondría un arancel del 500% a los bienes importados de países que continúan comprando petróleo, gas, uranio y otros bienes rusos, afectando a naciones como China y la India, que representan cerca el 70% del comercio energético de Rusia y financian gran parte de su esfuerzo bélico.
En la práctica, se trata de una especie de sanciones secundarias, muy temidas por Moscú porque corren el riesgo de minar el apoyo de sus principales aliados. Trump exigió un cambio para firmar la ley, que reservaría la decisión de usarla o no únicamente al presidente —y no al Congreso— y así seguiría siendo el único árbitro del juego.
“Nos centramos en su clientela [la de Putin]. Y eso es lo que, creo, hace más felices a los europeos”, comentó el senador Graham. “Esto no es solo una continuación de nuestra estrategia actual. Es un verdadero avance porque le dice a Putin: ‘Vamos a golpearte justo donde te duele’“, añadió por su parte Blumenthal.
El gobierno ucraniano recibió también una vez más el respaldo de la Unión Europea, su aliado más firme a lo largo de todo el conflicto, contrariamente a los vaivenes de Estados Unidos desde la llegada de Trump al poder. La jefa de la diplomacia de la UE tachó de “inaceptables” los últimos bombardeos de Rusia contra Ucrania y afirmó que el bloque contempla imponer nuevas sanciones a Moscú.
Rusia atacó Ucrania esta semana con las mayores andanadas de drones y misiles desde que Moscú invadió la exrepública soviética hace más de tres años. “Rusia intensificó sus ataques contra los civiles para causar el máximo sufrimiento posible (…) y eso es inaceptable», señaló la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas.
Bruselas estudia imponer una 18ª tanda de sanciones contra Moscú. “También estamos negociando para limitar el precio del petróleo, lo que privaría a Rusia de los medios para financiar esta guerra», señaló Kallas.
Kallas hizo estas declaraciones al margen de una reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en la capital de Malasia, Kuala Lumpur, y afirmó que con su presencia allí, busca “hacer más presión conjunta” a Rusia.
El jefe de Estado Mayor de Francia, Thierry Burkhard, dijo por su parte que Rusia representa una “amenaza duradera” para Europa. Durante una rueda de prensa, Burkhard se refirió a las amenazas y las “crisis que se multiplican” en el mundo, y aseguró que Rusia identificó a Francia como “su principal rival en Europa” por su apoyo a Ucrania.
Sus declaraciones llegan cuando el presidente Emmanuel Macron se dispone a realizar el domingo “anuncios importantes” en materia de defensa y de su financiación, la víspera de la fiesta nacional francesa del 14 de julio.
Al ser Francia una potencia nuclear, Bukhard descartó un “ataque directo y pesado” en su territorio, pero consideró que Rusia tiene “muchas otras opciones” híbridas, como actos de desinformación, ciberataques o espionaje.
En el terreno, tras los ataques rusos de esta semana Ucrania dijo este viernes que sus drones atacaron una planta de aviones de combate en la región de Moscú y una instalación de producción de misiles en la región de Tula, causando explosiones e incendios en ambas.
Los militares ucranianos dijeron en Telegram que la instalación de aviación en la ciudad de Lukhovitsy, a unos 135 kilómetros al sureste de Moscú, producía cazas MiG. El otro objetivo fue la Oficina de Diseño de Instrumentos, especializada en la producción de misiles antiaéreos y sistemas de cañones de misiles.
“Las fuerzas de defensa siguen tomando todas las medidas necesarias para socavar el potencial militar y económico de los ocupantes rusos y obligar a Rusia a poner fin a su agresión armada contra Ucrania», dijo el Ejército.
Agencias Reuters, AFP y ANSA