SULAYMANIYAH, Irak.- Combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo separatista kurdo que por décadas libró una violenta insurgencia en Turquía, comenzaron a deponer sus armas el viernes en una ceremonia simbólica en el norte de Irak, en lo que es el primer paso concreto hacia un desarme prometido como parte de un proceso de paz.
El PKK, en conflicto con el estado turco e ilegalizado desde 1984, anunció en mayo su disolución y el fin al conflicto armado luego de cuatro décadas de hostilidades, en respuesta a un llamado de su líder, Abdullah Ocalan, encarcelado en una isla cerca de Estambul desde 1999.
Ocalan reiteró su exhorto en un mensaje de video transmitido el miércoles en el que afirma: “Creo en el poder de la política y la paz social, no en las armas”.
Unos treinta milicianos del PKK quemaron este viernes sus armas a la entrada de una cueva del norte de Irak, de la ciudad de Sulaymaniyah, en la región semiautónoma kurda del norte de Irak.
Imágenes de la ceremonia mostraron a los combatientes, la mitad de ellos mujeres, haciendo cola para depositar fusiles de asalto AK-47, bandoleras y otras armas en un gran caldero gris. Más tarde, las llamas envolvieron los cañones negros que apuntaban al cielo, ante la mirada de funcionarios kurdos, iraquíes y turcos.
Los combatientes, vestidos con uniforme militar beige, estaban flanqueados por cuatro comandantes, entre ellos Bese Hozat, alto dirigente del PKK, que leyó un comunicado en turco confirmando la decisión del grupo de desarmarse.
“Destruimos voluntariamente nuestras armas, en su presencia, como un paso de buena voluntad y determinación”, dijo, antes de que otro comandante leyera la misma declaración en kurdo.
El PKK emitió un comunicado de los combatientes que depusieron sus armas, quienes se llamaron a sí mismos el “Grupo de Paz y Sociedad Democrática”. “De ahora en adelante continuaremos nuestra lucha por la libertad, la democracia y el socialismo a través de la política democrática y medios legales”, decía el texto.
Se estima que el proceso de desarme concluya en septiembre, según la Agencia de Noticias Iraquí.
El presidente del Parlamento turco, Numan Kurtulmus, señaló que el paso inicial de desarme había procedido “según lo planeado”, pero advirtió que el proceso estaba lejos de completarse. “Aún queda un largo camino por recorrer para recolectar muchas más armas”, dijo. “Lo que importa es terminar la era armada de una manera que asegure que las armas nunca se vuelvan a tomar”.
El funcionario indicó que el Parlamento turco va a crear una comisión para supervisar el proceso de paz.
En Turquía, Devlet Bahceli, aliado nacionalista del presidente Recep Tayyip Erdogan que inició el proceso de paz, aplaudió la medida.
“A partir de hoy, los miembros de la organización separatista terrorista han comenzado a entregar sus armas en grupos, en lo que representan avances históricos que apuntan hacia el fin de una era oscura”, dijo en un comunicado. “Estos son días excepcionalmente importantes tanto para Turquía como para nuestra región”, agregó.
Bahceli, que tradicionalmente ha mantenido una postura dura contra el PKK, sorprendió a todos en octubre cuando propuso ante el Parlamento que a Ocalan se le pudiera conceder libertad condicional si dejaba de lado la violencia y disolvía al PKK.
En una publicación en X, Erdogan escribió que la medida era un “paso importante” hacia una “Turquía libre de terrorismo”.
El PKK ha librado una insurgencia armada contra Turquía desde 1984, inicialmente con el objetivo de establecer un Estado kurdo en el sureste del país. Con el tiempo, el objetivo evolucionó hacia una campaña por la autonomía y los derechos de los kurdos dentro de Turquía.
En el conflicto, que se extendió más allá de las fronteras de Turquía hacia Irak y Siria, el grupo insurgente mató a más de 40.000 personas. El PKK es considerado una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.
Los esfuerzos de paz anteriores entre Turquía y el PKK terminaron en fracaso, el más reciente en 2015, lo que llevó al resurgimiento de la violencia.
Durante mucho tiempo, el PKK ha mantenido bases en las montañas del norte de Irak. Las fuerzas turcas han lanzado ofensivas y ataques aéreos contra el PKK en Irak y han establecido bases en la zona.
El gobierno iraquí proscribió el año pasado al grupo, que está prohibido en Turquía desde hace varios años.
Las autoridades turcas hablaron de un proceso de paz de cinco partes con el PKK: la primera fase fue la iniciativa política lanzada por Bahceli, seguida del mensaje de Ocalan en febrero instando al PKK a abandonar la lucha armada. Los siguientes dos pasos se centrarán en la reintegración legal de los combatientes del PKK y los esfuerzos de sanación y reconciliación a largo plazo.
Los funcionarios del PKK dijeron anteriormente que para continuar con el proceso de desarme, quieren ver que Turquía tome medidas para poner fin al “régimen de aislamiento” impuesto a Ocalan en prisión y permitir la integración de excombatientes en el sistema político.
Mientras tanto, persisten dudas sobre el futuro de los combatientes kurdos en Siria. Turquía considera a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una fuerza liderada por los kurdos y aliada de Estados Unidos que controla gran parte del noreste de Siria, un grupo terrorista debido a su afiliación al PKK.
Las FDS y las autoridades de Damasco acordaron en marzo fusionar las fuerzas kurdas en el ejército nacional -una medida apoyada por Ankara-, pero ambas partes aún no pueden resolver cómo implementar el acuerdo.
Agencias AP y Reuters