En plena inscripción para el sorteo de las 2019 casas del IPV, aparecieron los clásicos personajes de siempre: los vivos que cobran por lo que es gratis.
Sí, señoras y señores, estos genios del afano andan diciendo:
—“Dame unos pesitos y yo te meto en la lista del IPV. Te anoto, te consigo la casa, el terreno y si me apurás… ¡hasta te incluyo pileta y quincho!”
Y algunos, pobres confiados, cayeron en la trampa. Porque claro, los estafadores no se andan con chiquitas: te dan hasta facturas con el logo del IPV y del Gobierno de San Juan, como si fueran La Serenísima.
La directora del IPV, Elina Peralta, salió con los tapones de punta a aclarar:
—“¡Gente! Inscribirse es PERSONAL y GRATUITO. No le paguen ni medio peso a nadie. Nadie tiene que intermediar.”
Así que ya sabés: si alguien te cobra para anotarte en el IPV, es más trucho que abrazo de suegra interesada.
Queridos estafadores: si son tan creativos para inventar facturas falsas, ¡pónganse a trabajar en algo útil! O mejor, anótense en el sorteo, pero sin pagar un mango, como todo hijo de vecino.
Mientras tanto, si tenés dudas, podés acercarte a la isla del IPV en el Centro Cívico… pero ojo: ahí te asesoran, no te anotan ni te venden la casa con heladera incluida.
¡No seas fiambre! La inscripción al IPV es gratis. Y los vivos… que se queden con las ganas.