Un peligroso malviviente quedó condenado este viernes, luego de un raid delictivo que, casualmente, tuvo como víctimas a padre e hijo, en distintos momentos y por el mismo sujeto. El delincuente en cuestión fue identificado como Nahuel Emilieano Quiroga, quien fue sentenciado a una pena de 4 años de prisión efectiva, que se unificó con otra anterior y, de ese modo, totalizará 7 años en el Servicio Penitenciario de Chimbas.
La defensa de Quiroga acordó con el fiscal Adrián Riveros la pena, por el delito de robo agravado por el uso de arma cuya aptitud para el disparo no ha podido acreditarse, en concurso real con el delito de tenencia de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal.
Todo ocurrió el 1 de agosto, en horas de la medianoche, cuando un chico menor de edad caminaba hasta su casa por calle Guayaquíl y Capdevila. Sin embargo, allí lo abordaron dos malvivientes, quienes a punta de pistola le exigieron la mochila. Los malhechores lograron el cometido, llevandose también unas zapatillas y otras prendas que tenía en sus pertenencias.
A los pocos metros, el damnificado se encontró con su papá, quien también había sido increpado por los mismos delincuentes, pero se defendió y no pudieron robarle.
Alertaron al 911 e intervino personal de la Comisaría 25ta, quienes hicieron recorridas y pudieron detener a Quiroga Nahuel, el que intentaba esconderse detrás de un auto estacionado. Al ser entrevistado por los uniformados, descubrieron que llevaba entre sus prendas un arma de fuego calibre 22.
Cabe destacar que, en simultáneo, llegó una mujer al lugar, quien expuso que su nuera había recibido por parte de Quiroga, una mochila azul que era la del chico asaltado. La señora indicó a las autoridades que había sido el delincuente quien se la dio al novio de su hija, Brayan Páez, pero decidieron entregar las pertenencias de manera voluntaria.