El Gobierno provincial presentó un ambicioso proyecto para transformar por completo la Terminal de Ómnibus de San Juan. El plan incluye no solo la renovación del edificio actual —que se conservará como parte del patrimonio urbano— sino también la construcción de un segundo edificio, con diseño sustentable y tecnología de última generación.
El ministro de Infraestructura, Fernando Perea, fue el encargado de mostrarle los detalles al gobernador Marcelo Orrego. Según explicó, la obra busca preparar a la provincia para el crecimiento que traerá el desarrollo minero y otras actividades económicas. “Es una obra estratégica para el San Juan que se viene”, aseguró.
La nueva terminal sumará más de 14.000 metros cuadrados entre espacios cubiertos y semicubiertos. Esto permitirá duplicar la capacidad operativa actual e incluirá más de 20 nuevas dársenas para colectivos, áreas de espera más amplias, locales comerciales, patios recreativos, un sector gastronómico y dos terrazas con vista directa a la plaza Di Stéfano.
Uno de los puntos más llamativos del proyecto es el puente peatonal de 75 metros que unirá los dos edificios. Será clave para que la circulación de pasajeros sea fluida y segura.
En cuanto al diseño, la apuesta es por una estética moderna, minimalista y funcional, usando materiales como vidrio, piedra natural, acero y hormigón. Todo el conjunto fue pensado para aprovechar al máximo la luz natural, reducir el consumo energético y mejorar el confort térmico.
La tecnología también jugará un papel central: habrá terminales digitales de autogestión, pantallas con información en tiempo real, cintas para equipaje, sistemas de control con tarjetas de proximidad, cámaras de seguridad y accesos adaptados para personas con discapacidad. Una experiencia más parecida a la de un aeropuerto que a la de una vieja terminal de colectivos.
La obra será financiada íntegramente con fondos provinciales. La licitación se abrirá antes de que termine julio y, si todo avanza como está previsto, los trabajos comenzarían a fines de agosto.