El Índice de Precios al Consumidor provincial en mayo nos sorprendió con un tímido 1,4% de aumento. Sí, apenas un suspiro inflacionario. Un suspiro que igual te revienta el bolsillo, pero con delicadeza, como quien te roba el celular pidiéndote permiso.
En lo que va del año, ya acumulamos un 13,1% de “mejor ni mires la góndola”, mientras que el incremento interanual llegó a un refinado 41,1%, ideal para quienes están practicando el ayuno intermitente sin querer.
Dato de color: San Juan logró ubicarse debajo del promedio regional. ¡Un aplauso! No ganamos, pero tampoco nos fuimos al descenso. En Cuyo fue 1,6%, así que si te quejás, es porque no entendés nada de inflación gourmet.
Los rubros que se pusieron creativos
- Educación subió un 4,9%. Parece que aprender a contar billetes que no alcanzan se volvió materia obligatoria.
- Vivienda, agua, electricidad y otros lujos burgueses: +2,9%. Porque vivir, ducharse y prender una lamparita ya es considerado un privilegio escandinavo.
- Salud y Comunicaciones, 2,4% cada uno. Ideal si querés llamar al médico para contarle que ya no te podés enfermar porque sale carísimo.
Y los que se portaron… más o menos
- Prendas de vestir y calzado aumentaron solo un 1,0%. Ropa cara, pero al menos seguís teniendo el look de alguien que todavía no vendió sus zapatos.
- Alimentos y bebidas no alcohólicas, un miserioso 0,6%. Casi una oferta. Si no fuera porque lo único que bajó fue el gramaje del paquete.
- Bebidas alcohólicas y tabaco, 0,2%. Porque al sistema le conviene que sigas chupando y fumando mientras mirás los precios y llorás en silencio.
El relevamiento se hizo con precisión suiza: 557 productos en 914 puntos de venta. Traducido: 914 oportunidades de darte cuenta que el sueldo ya no llega ni a la mitad del changuito.