¡Ah, el dulce sonido de la motosierra fiscal rugiendo en la lejanía! Como un poema oxidado de los ’90, vuelve el ajuste y nosotros lo recibimos con bombos y platillos, donde no figura ni un mango para extra de los que prometió el gobierno nacional para la cultura, salud o nafta del patrullero. ¡Así se gobierna, carajo!
Desde el Olimpo porteño, el ministro de Desregulación (hermosa palabra que suena como a Sodoma Y Gomorra, pero con corbata), Federico Sturzenegger, (En su rol de pelotudo importante), anunció que la motosierra sigue afilada. “Es para las provincias”, dijo, con esa dulzura quirúrgica que tiene quien nunca pisó una delegación de ANSES en Rawson. Y con razón: si las provincias no producen unicornios tecnológicos ni influencers de la libertad, ¿para qué gastar en ellas?
En San Juan el propio gobernador Orrego declaró que su tarea de ajuste ya la hizo. El Sec. Gral. de la Gobernación tambien declaró que : “Ya no se puede ajustar más”. La provincia se maneja con un bonsái presupuestario, en algunas municipalidades haría falta una poda prolija para que crezca el frutito de la eficiencia. Porque en San Juan no queremos talar el árbol entero, apenas afinarle las ramas secas. Todo con amor… y sin celulares corporativos a cargo del estado sanjuanino.
Achem habla de una austeridad gourmet: 35% menos de planta política, cero bonos para funcionarios, menos nafta para autos oficiales y menos gente comiendo gratis. El Estado ahora es más esbelto, más fit, más en línea. ¡Un Estado low-carga.
Y atentos que ahora se viene el “Estado Motivador™”: premian a quienes pagan impuestos. Un plan ideal para que el contribuyente buena onda no solo pague, sino que además lo feliciten con una estampita de San Contribuyente. De esta manera el monotributista sanjuanino va a tener más premios que Susana Giménez.
Hay un dato sobre el empleo público, un dato brutal: Creció 10% en 8 años, mientras el empleo privado creció 0%”. ¡Pero no teman! Porque ahora sí, gracias al bisturí libertario, vamos camino a un Estado tan flaco que en cualquier momento desaparece… pero tranqui, todo con “mejores frutos en criptomonedas»
Así que ya sabés: en Argentina podés elegir tu herramienta de ajuste. Motosierra, tijera o simplemente una mirada fulminante que congele sueldos a distancia. Lo importante no es gastar menos: lo importante es parecer que sabés podar. ¡Y que cada corte tenga la poesía salvaje de un gobierno que aprendió jardinería en el Chile de Pinochet!