El partido del siglo entre Sportivo Desamparados y Sportivo Peñarol no fue solo un “encuentro deportivo”, ¡fue una mezcla de fútbol, drama, UFC y telenovela argentina! Claro, en lugar de palomitas, los espectadores trajeron cascos y un manual de primeros auxilios. Y a casi una semana de este “espectáculo” que se extendió durante más de 100 minutos (y que, sinceramente, nos hizo pensar que estábamos viendo una película de acción de bajo presupuesto), el Tribunal de Penas, tras leer el “informe del árbitro” – que más parecía el guion de una película de terror – finalmente se decidió a tomar cartas en el asunto.
¿Suspensiones? ¡Claro que sí! ¿Penales? Obvio. ¿Expulsiones por montones? Como si fueran caramelos. Todo eso y más porque, como bien sabemos, ¡en el fútbol todo se vale! ¿Y el árbitro Silva? Bueno, ese pobre hombre está más parado que un poste en una autopista. Lo pararon, pero no sabemos si es por dos o veinte partidos. ¿Será que lo mandan a hacer un curso intensivo de “Fútbol para principiantes”? O mejor, ¿lo envían de vacaciones, pero en un destino donde no haya fútbol? Porque después de semejante show, Silva necesita un descanso más largo que las vacaciones de invierno.
El partido en sí fue una película de terror. Cuatro penales (¡porque los árbitros también tienen sus días generosos!), tres expulsados de Peñarol (por si alguien pensaba que no estaba lo suficientemente divertido) y un par de patadas tan fuertes que hacían pensar que estábamos en una pelea de sumo, no en fútbol. Y todo esto mientras el técnico de Desamparados, Christian Daguerre, hacía lo que mejor sabe hacer: meterse en todo el quilombo como si fuera el protagonista de una serie de Netflix.
Pero lo más “interesante” de todo, como siempre, fue el toque de misterio. ¡Apostadores clandestinos! Porque claro, ¿quién necesita una novela de suspenso cuando el fútbol sanjuanino ya está lleno de sorpresas? Según Facundo García, de Peñarol, ya sabían lo que iba a pasar. ¡Todo estaba arreglado! Este partido parecía más un “guion escrito” para que todo explote como una bomba. Como si el árbitro tuviera un contrato con las apuestas clandestinas: “Poné cuatro penales, tres expulsados, y todo el mundo aplaude”. ¡Una trama tan retorcida como las series de suspenso!
Y como si fuera poco, el Tribunal de Penas dictó sentencias. ¡Sanciones para todos! Desamparados, que se veían como los reyes del caos, tendrán que dar explicaciones. Y los directivos, probablemente buscando su defensor de oficio, mientras intentan entender cómo llegaron a este punto. Porque, claro, este no fue un partido, ¡fue un episodio de “Los Impredecibles”!
Así que en resumen, más que fútbol, tuvimos un “carnaval de suspensiones” y una “fiesta de expulsiones”. ¡Y todo aderezado con apuestas clandestinas para darle el toque perfecto! Si esto sigue así, el fútbol en San Juan podría necesitar más guionistas que jugadores.