l crucero swinger más esperado del año zarpó desde Buenos Aires dejando a su paso un rastro de tangos eróticos, miradas pícaras y, probablemente, varios vecinos persignándose. La fiesta de bienvenida incluyó un show de tango que redefinió el concepto de «pasión argentina»: movimientos sensuales, ropa ajustada y tangas… muchas tangas.
Las 128 parejas a bordo, listas para la aventura, llevan un equipaje variado: trajes de baño, bufandas, y, según rumores, disfraces de pingüinos (porque nunca se sabe cuándo toca un juego temático).
La travesía incluye escalas en Ushuaia y la Antártida, porque, ¿qué mejor lugar para probar si el calor humano puede derretir glaciares? Mientras tanto, los pingüinos de la región ya están organizando una huelga por «exceso de calor importado».
Desde el barco ya circulan fotos: parejas bailando tango sobre cubierta, miradas cómplices bajo la aurora polar y un misterioso grupo que asegura haber inventado el “strip-tease en parkas”.
¿Conclusión? El crucero swinger no solo lleva pasión al mar argentino, sino que promete ser el viaje donde el tango, la Antártida y las aventuras más inesperadas se fusionan para crear un viaje frío por fuera, pero caliente por dentro. 🌡️🛳️❄️
 
															 
															 
															 
					 
							 
															
 
			
 
		 
		 
		